Esta nevera mantiene la cerveza fría sin necesidad de electricidad ni agua (y encima sirve de sombrilla)

Mientras nos vamos haciendo a la idea de que nos espera un futuro cada vez más tórrido con veranos cada vez más extremos, el gasto energético para combatir las altas temperaturas se presenta cada vez más como uno de los grandes retos del planeta. Y son muchos los países cuya población no tiene acceso regular a la electricidad, impidiendo a su población algo tan simple como refrescarse con una bebida fría.

Con el fin de hacer frente a esta problemática que afecta a millones de personas en todo el mundo, un proyecto desarrollado por la compañía de diseño Frog en colaboración con la marca cervecera Budweiser ha presentado Bud Ground Cooler, una suerte de nevera que funciona sin electricidad y que es capaz de enfriar bebidas hasta por debajo de los 6 ºC.

El botijo del futuro con técnicas de los antiguos egipcios

Su nombre describe bien el sistema básico en el que se basa el diseño, pues es una nevera enterrada bajo el suelo que utiliza técnicas ya empleadas por las civilizaciones de la Antigüedad para lograr refrigerar el agua y algunos alimentos.

Como explica Babatope Aiku, ingeniero de sostenibilidad en Frog, este artilugio aprovecha las propiedades geotérmicas del suelo para descender la temperatura, partiendo de una técnica antigua pero modernizándola para lograr una mayor refrigeración más controlada y estable. "Lo que hemos hecho es enterrar a cuatro metros de profundidad, donde el aire se refresca por evaporación, nueve cilindros de arcilla para colocar las bebidas".

Esos cilindros de alto rendimiento duplican la circulación de aire en el espacio subterráneo, potenciando el efecto gracias a a la corriente de aire que llega a través de un largo mástil. Gracias al efecto Venturi, puntualiza Aiku, el aire frío sobre la superficie fluye por el tubo directamente hacia el subsuelo, pudiendo enfriar así hasta 300 botellas o latas almacenadas. En la parte superior, además, se ha colocado una especie de sombrilla que permite servir las bebidas que emergen del suelo a salvo del sol.

El proyecto fue puesto a prueba en 2022 en un laboratorio de París y actualmente se ha instalado en Marruecos con éxito, donde tienen previsto situar más unidades y de ahí extenderse próximamente a las zonas más extremas y que sufren problemas de abastecimiento eléctrico en Turquía.

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