El nombre de esta empresa hace pasar gato por liebre a todo el mundo y se sitúa en el imaginario general como una compañía del norte de Europa
La marca Häagen-Dazs, conocida mundialmente por sus helados y heladerías en las grandes ciudades, tiene un origen que juega a engañar, como las ilusiones ópticas.
Esta empresa fue fundada en 1961 por Reuben y Rose Mattus, una pareja de judíos polacos que emigraron a los Estados Unidos y se establecieron en el Bronx, en Nueva York.
Al inicio, la modesta empresa ofrecía solo tres sabores: vainilla, chocolate y café, pero con el tiempo se expandieron hasta producir una amplia gama de productos, incluyendo barras de helado, sorbetes y yogur helado, disponibles en más de 50 países.
Sin embargo, más allá de esta historia corriente de éxito, uno de los aspectos más intrigantes de Häagen-Dazs ha sido siempre su nombre que, a pesar de lo que pueda parecer, no tiene origen escandinavo.
Al contrario: el nombre fue ideado por Reuben Mattus como parte de una estrategia de marketing conocida hoy en día como foreign branding o marca extranjera, para evocar en este caso una sensación de calidad y exclusividad europea. Es lo mismo que ocurre, por ejemplo, con la marca de El Corte Inglés, Emidio Tucci: Emidio es un nombre propio que ni siquiera existe en italiano.
En las primeras etiquetas del producto, Mattus incluso incluyó el contorno de Escandinavia y nombres de ciudades como Oslo, Copenhague y Estocolmo para fortalecer todavía más esta imagen nórdica.
El resultado es que el nombre Häagen-Dazs no tiene un significado particular en ninguna lengua, y tampoco sigue las reglas gramaticales de algún idioma escandinavo. Es, por lo tanto, una invención y de hecho, ni siquiera tiene una traducción.
Eso sí, "Häagen" es un nombre que suena a un pueblo alemán o danés, mientras que "Dazs" no tiene ninguna referencia real. A pesar de eso, este invento lingüístico ha funcionado a la perfección, generando una identidad de marca que sugiere lujo y tradición.
Además, curiosamente, aunque la marca ha alcanzado una popularidad global, ninguna de sus más de 700 sucursales está ubicada en un país escandinavo.
Esta paradoja refuerza el acierto de la estrategia de Reuben Mattus, que convirtió una marca de origen estadounidense en un sinónimo de calidad y sofisticación europea.
Foto | DS stories
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