Que las gallinas estén apiladas en una jaula o que los cerdos viajen hacinados en camiones hasta el matadero no era asunto de nadie hasta hace unas pocas décadas en las que la sociedad empezó a concienciarse sobre el bienestar animal.
Ahora, las cosas han cambiado y este es un valor añadido que el consumidor demanda a las marcas y fabricantes de todo tipo de productos, y es un valor al alza, según demuestra una encuesta de la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU).
La entidad sostiene que a los consumidores nos preocupa que nuestros alimentos de origen animal hayan sido producidos con garantías de calidad y seguridad. Y también que se respeten unas normas básicas de bienestar animal en la producción.
Parte de los alimentos que consumimos muchos de nosotros son de origen animal: bien producto de los animales (leche y otras lácteos, huevos, miel...), o bien directamente los propios animales, y esto hace que plantearse el bienestar animal sea totalmente pertinente.
Encuesta europea
En colaboración con la asociación de consumidores europea BEUC e ICRT, y junto a otras asociaciones europeas, la OCU ha realizado una encuesta que pretende arrojar luz sobre este asunto y aclarar qué sabemos de las condiciones de crianza y explotación de estos animales.
BEUC ha planteado una encuesta en ocho países de la Unión Europea: además de España, en Alemania, Bélgica, Hungría, Italia, Países Bajos, Portugal y Suecia. En cada país se han obtenido más de 1.000 respuestas, y a partir de ellas se pueden conocer las inquietudes de los consumidores europeos en general y españoles en particular sobre el bienestar y tratamiento de los animales destinados a uso humano.
Los temas que se repasan el interés y sensibilidad sobre este tema, si están dispuestos a pagar más por unas condiciones mejores, la información que tienen (y la que desearían tener), el etiquetado, o su opinión sobre las normas que regulan la producción de alimentos a partir de animales o las importaciones de otros países.
Según informa la OCU, las respuestas recibidas muestran que, en general, es un tema que a los consumidores les interesa, y que estos querrían un mayor bienestar para los animales, más protección para los animales de granja pero al mismo tiempo, que nos consideramos poco informados sobre las condiciones de crianza y producción.
De entrada, se preguntó a los consumidores cómo les parecía de importante el tema el bienestar animal,: según las respuestas, siete de cada diez españoles le da mucha importancia al bienestar de los animales de granja.
Según la encuesta, un 97% de los encuestados comen carne o pescado, y además lo hacen con frecuencia: el 39% de los usuarios come carne al menos cinco días a la semana y llega al 17% el porcentaje de los que comen carne a diario.
No a cualquier precio
Nos importan las condiciones de crianza, pero ¿estaríamos dispuestos a pagar más por unos alimentos producidos con mejores estándares de bienestar? Pues no todos.
En concreto, un 42% no está dispuesto a pagar más, algo que puede resultar bastante comprensible si pensamos que cuatro de cada diez encuestados confiesan tener dificultades para costearse la carne de vacuno, y el pescado fresco está fuera del alcance para la mitad de los encuestados.
En cambio, sí hay un 58% de los encuestados está dispuesto a pagar más, algunos hasta un 20% más. Son las personas con una situación económica más desahogada y quienes están más inquietas por el bienestar de los animales de granja quienes están más dispuestos a hacer un esfuerzo.
Foto | Tawatchai07/Freepik y Bearfotos/Freepik
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