No es nuevo que algunas especies de pescados son más beneficiosas que otras, y ahora la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) ha querido subrayar a este respecto, cuáles deben ser de consumo más ocasional por su elevada presencia de mercurio.
El pescado es imprescindible para una alimentación equilibrada, ya que una dieta que contenga pescados y mariscos contribuirá a mantener la salud cardiovascular. Además, este es básico para el desarrollo embrionario y el buen crecimiento de los niños. El pescado aporta proteínas de alto valor biológico, vitaminas A, D y B12, yodo y selenio.
Ahora bien, la Agencia de Seguridad Alimentaria (AESAN) ha alertado en distintas ocasiones de la presencia en diferentes pescados de mercurio, un metal pesado que puede ser muy tóxico. Las recomendaciones de consumo de AESAN son restrictivas con algunas especies de pescado y, en particular, para los grupos de población más vulnerables: mujeres embarazadas y niños.
Ahora, se ha conocido que RASFF, el Sistema de Alertas Europeas de Seguridad Alimentaria, ha notificado a las autoridades españolas la presencia de niveles de mercurio superiores al límite legal permitido en unas rodajas de pez espada congelado, procedentes de España, para que se proceda a su destrucción y no lleguen al mercado.
El mercurio que contamina el agua va a parar al pescado y marisco. Los pescados grandes y predadores, como el pez espada y el atún rojo, acumulan más mercurio que los más pequeños: para prevenir riesgos lo mejor es variar el tipo de pescado y dejar las especies más contaminadas solo para de vez en cuando.
#Alimentación ¿Qué pescados tienen más mercurio? ¿Cuánto pescado podemos consumir sin riesgo?
— OCU (@consumidores) March 11, 2024
ℹ Los pescados grandes y predadores, como el pez espada y el atún rojo, acumulan más mercurio que los más pequeños. Consulta recomendaciones de consumohttps://t.co/jtkLCzeJO2
Con más mercurio
A este respecto, la OCU realizó un estudio hace un tiempo midiendo la cantidad de mercurio presente en los pescados y mariscos más consumidos, analizando más de un centenar de productos mayoritariamente frescos, pero también productos congelados y en lata.
La mayoría de los productos analizados presentan niveles bajos de mercurio: entre ellos, destacan los moluscos bivalvos como mejillones y almejas, los cefalópodos como pulpos y calamares, los crustáceos como langostinos y especies de pescado como salmón y lenguado.
Sin embargo, la concentración es alta en el atún rojo, el pez espada y los tiburones tintorera y marrajo, todos ellos peces predadores, de gran tamaño y longevos.
Para la OCU, en general, conviene escoger preferiblemente pescados menos proclives a la contaminación con mercurio, especialmente peces de talla pequeña, no predadores. Los peces grandes que se comen a los chicos (predadores) y que viven más años son los que acumulan más cantidad de mercurio.
Asimismo, los adultos sanos no deberían abusar de los peces predadores, como el atún rojo, el pez espada, el emperador o algunos tiburones como la tintorera o el marrajo, que pueden contener altos niveles del peligroso metilmercurio. Es importante alternar esos pescados con otros menos contaminados como dorada, sardinas, lenguado, trucha, salmón.
El nivel medio de mercurio es menor en los productos de acuicultura que en los de pesca. Los resultados del estudio de OCU están alineados con la clasificación de AESAN sobre contenido de mercurio.
Foto | pvproductions /Freepik
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