Hay más de mil millones de personas con obesidad en todo el planeta, cifras que no dejan de aumentar y cada vez más en niños y adolescentes. Los múltiples problemas de salud que tiene asociados están poniendo en jaque la calidad de vida mundial, de ahí que la ciencia invierta gran parte de su atención en encontrar medidas que pongan freno a esta pandemia global. Y la herramienta más sencilla parece que la han encontrado un grupo de investigadores chinos: las verduras crudas.
No es ninguna sorpresa que los vegetales sean la clave para perder peso y mejorar la salud. Los expertos llevan décadas recomendando seguir dietas en las que predominan las verduras, frutas, hortalizas y legumbres, como la dieta mediterránea o la dieta DASH, también vinculadas a una mayor esperanza de vida. Se han vinculado los efectos positivos de las dietas vegetarianas y veganas con menores tasas de obesidad o riesgo cardiovascular, pero aún existen muchas incógnitas sobre la relación de estos patrones alimentarios con la salud.
Un equipo de investigadores médicos del Hospital Qilu de la Universidad de Shandon, en China, acaba de publicar un estudio en el que precisamente se planteaban indagar en esta cuestión: cuál es la asociación entre una dieta basada en plantas y la pérdida de peso y la enfermedad cardiovascular aterosclerótica (ASCVD).
Para ello han recurrido a la bibliografía científica para seleccionar ensayos controlados aleatorios sobre los efectos de una dieta basada en plantas (concepto más flexible que vegetariana o vegana, incluyendo ambas), en la pérdida de peso en comparación con una dieta no basada en plantas, excluyendo aquellos que incluían actividad física u otras intervenciones dietéticas.
"La obesidad es un problema de salud pública cada vez más grave que conlleva graves cargas médicas para las familias y las sociedades", afirman los investigadores. "El sobrepeso y la obesidad se asocian con más muertes en todo el mundo que el bajo peso (...) y sus complicaciones asociadas no solo conducen a un aumento de la morbimortalidad, sino también a una disminución de la calidad de vida".
Su trabajo, publicado el pasado mes de agosto en la revista Frontiers in Nutrition, lanza conclusiones muy reveladoras. Los individuos con la dieta basada en plantas perdieron más peso que el grupo con dieta no basada en plantas, pero, además, el aumento del consumo de verduras crudas se asoció con un menor IMC (índice de masa corporal), menor riesgo de enfermedad coronaria, menor riesgo infarto de miocardio y mayores cifras de colesterol 'bueno' o HDL-C.
Por tanto, concluyen, una dieta basada en plantas (plant based) está fuertemente asociada con la pérdida de peso, teniendo la ingesta de verduras crudas un efecto causal negativo sobre la obesidad. Así, el consumo habitual de verduras crudas favorece la prevención de la enfermedad cardiovascular aterosclerótica (ASCVD).
Estos resultados abren una vía de investigación a futuros trabajos que los propios autores consideran necesarios para comprender mejor los mecanismos que ligan una dieta rica en alimentos vegetales con la pérdida de peso y la prevención de enfermedades cardiovasculares, diabetes y otras asociadas a la obesidad.
La clave podría estar en los fitonutrientes que contienen las verduras y frutas crudas, su alto contenido en fibra y su poder antioxidante y antiinflamatorio. Además, los vegetales crudos son más saciantes, estimulan la masticación y conservan toda su agua natural, evitando la pérdida de micronutrientes que se produce con la cocción.
Recordemos que una dieta vegana o vegetariana no implica por sí misma la pérdida de peso o una buena salud, especialmente si se recurren a ultraprocesados muy calóricos y no se cubren todas las necesidades nutricionales del organismo. Este trabajo apunta a los beneficios que tendría la recomendación de incluir más verduras crudas en la dieta de pacientes con problemas de sobrepeso, una estrategia fácil y accesible para cualquier persona.
Imágenes | freepik - pvproductions
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