La Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) ha puesto temporalmente en suspenso la inclusión del cannabidiol o CBD como nuevo alimento autorizado en Europa ante la falta de datos concluyentes y las dudas que aún generan los posibles peligros derivados de su ingesta.
El cannabidiol y otros derivados de la marihuana ya empezaron a despuntar como tendencia en la industria alimentaria hace unos años, y su uso no ha hecho más que extenderse a todo tipo de productos. Esta moda y el interés cada vez mayor de distintas empresas por fabricar y comercializar legalmente sus productos en los países de la Unión llevó a la Comisión Europea a solicitar a la EFSA que evaluara la seguridad de su consumo.
Es el procedimiento habitual que se lleva a cabo en la Unión Europea antes de poder incluir un nuevo ingrediente o producto en la lista de novel foods o nuevos alimentos del futuro, cuya premisa principal es que debe ser completamente seguro para el consumidor. Y parece que no está tan claro que el CBD se pueda considerar inocuo o exento de riesgos.
Según recoge la AESAN, la Comisión Técnica de Nutrición, Nuevos Alimentos y Alérgenos Alimentarios (NDA) de la EFSA ha declarado que no dispone de datos suficientes sobre los efectos que el cannabidiol pueda tener en el organismo humano, y además algunos estudios con animales muestran reacciones adversas vinculadas a la reproducción cuyos efectos aún no se sabe si podrían ser similares en el ser humano.
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No se cierran completamente las puertas a incluir legalmente el CBD como posible nuevo alimento para el consumo o la elaboración de alimentos y bebidas, pero, por el momento, la evaluación queda interrumpida. Corresponde a los solicitantes facilitar los datos que faltan y toda la información necesaria para aclarar la incertidumbre sobre su seguridad.
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CBD no, pero cáñamo sí
Aclarando conceptos, al hablar de cannabis nos referimos genéricamente a partes de la planta cannabis sativa y también a las sustancias psicoactivas de la misma. Con marihuana generalmente se designa más concretamente a las hojas de la planta y sus cogollos secos, mientras que el hachís es la resina obtenida de los mismos.
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Los cannabinoides son los compuestos químicos de la planta que producen efectos psicoactivos de diverso tipo en el organismo; entre ellos, el THC es el de mayor poder psicotrópico. El cannabidiol o CBD no es un compuesto psicotrópico, pero sí cumple acciones farmacológicas y no existen datos suficientes sobre los efectos que pueda tener en el organismo si se consume como alimento, a corto o largo plazo.
Un producto derivado de la marihuana que sí se puede comercializar y consumir sin riesgos es son las semillas de cáñamo, enteras o molidas, que carecen totalmente de cannabinoides. Se ha puesto últimamente de moda como supuesto superalimento por concentrar gran cantidad de nutrientes, proteínas, grasas saludables, vitaminas y minerales; básicamente como todas las semillas comestibles.
Imágenes | Unsplash - Marco Verch
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