El Diario Oficial de la Unión Europea acaba de publicar un nueva marca española en el Registro de Denominaciones de Origen Protegidas y de Denominaciones Geográficas Protegidas de un producto español: se trata del Cabrito de Extremadura que ha conseguido el sello de Indicación Geográfica Protegida (IGP).
Es la primera marca de protección europea que logra una carne caprina en España, algo que no deja de ser sorprendente teniendo en cuenta que, por ejemplo, Portugal cuenta ya con siete.
En concreto, la nueva IGP abarca a los cabritos que nazcan, se críen y se sacrifiquen en Extremadura y cumplan, además, con una serie de requisitos de cría, edad de sacrificio y manejo, que se detallan, como es costumbre, en un abultado pliego de condiciones.
En resumidas cuentas, la nueva IGP distingue dos categorías de cabrito: el "cabrito de Extremadura lechal", que corresponde a crías sacrificadas con menos de 50 días y de máximo seis kilos, y el "cabrito de Extremadura" a secas, que corresponde a animales de entre 50 y 90 días, con un peso máximo de 9 kilogramos.
La IGP abarca a todas las razas caprinas que se crían en Extremadura: verata, retinta, florida, malagueña, murciano-granadina, blanca andaluza, serrana, payoya o sus cruces.
En Extremadura es tradición consumir el cabrito al horno, de forma similar a cómo se prepara el cordero.
Imágenes | JBCarvalho Photography
En DAP | Chivo malagueño al ajillo
En DAP | Cabrito a la sidra