Basta con leer la lista de ingredientes de las mallas de frutería para darse cuenta de que, efectivamente, contienen ingredientes extra
La apariencia impecable de las frutas en los supermercados puede ocultar la presencia de productos utilizados para prolongar su frescura y atractivo visual. Muchos consumidores desconocen que esta fruta y verdura, aunque parece natural, ha sido tratada con diversas sustancias para mejorar su conservación.
Entre los aditivos más comunes se encuentran las ceras, identificadas como E903, que se aplican en frutas como mandarinas, naranjas y limones para proporcionarles un brillo atractivo y protegerlas de agentes externos.
Además de las ceras, se emplean fungicidas como tiabendazol, imazalil, ortofenilfenol y pirimetanil para prevenir el desarrollo de hongos en las frutas. Aunque su uso está regulado, lo cierto es que aparecen en la lista de ingredientes de las frutas de supermercado.
En realidad, la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) ha alertado en diversas ocasiones sobre la presencia de estos aditivos en frutas comercializadas en diversas cadenas de supermercados, instando a los consumidores a estar informados y tomar precauciones al respecto.
También ha hecho este llamamiento el tiktoker @microbiotadesdecero, que avisa de que en los supermercados se encuentran bolsas de fruta cargadas de estos aditivos, totalmente legales.
Un gesto sencillo
Para minimizar la ingesta de estos químicos, se recomienda lavar y pelar las frutas antes de su consumo. No obstante, es importante considerar que algunos nutrientes y fibras se encuentran en la piel, por lo que esta práctica también puede reducir el valor nutricional del alimento.
Otra alternativa es optar por productos orgánicos o ecológicos, que suelen tener una menor carga de aditivos químicos. Sin embargo, es fundamental verificar las certificaciones correspondientes para garantizar su autenticidad.
Los consumidores también pueden fijarse en las etiquetas y, en caso de dudas, buscar información sobre los códigos y etiquetas presentes en las frutas, que a menudo indican los tratamientos postcosecha aplicados. Este conocimiento permite tomar decisiones más informadas al momento de la compra.
Aunque los aditivos en las frutas pueden mejorar su apariencia y prolongar su vida útil, es importante que los consumidores sean conscientes de su presencia y tomen medidas para reducir su exposición, garantizando así una alimentación más saludable y segura.
Foto | Jack Sparrow
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