Ante la inaudita subida del precio del cacao, la industria tiene una fácil solución: tus chocolatinas tendrán menos chocolate

La reduflación o apostar por otras referencias parece el camino a seguir para algunas marcas

Cacao
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Puede parecer un contrasentido hablar de chocolatinas con menos chocolate, pero es la realidad que empieza a apreciarse en algunos de los productos más conocidos del panorama dulce internacional.

Muy condicionado por cosechas menos generosas en los principales países productores de cacao como Ghana y Costa de Marfil, el precio de la materia prima se ha colocado por primera vez en muchos años por encima de los 6.000 dólares por tonelada, tal y como explica Bloomberg. Algo que también se está apreciando en la volatilidad de los mercados de futuros del cacao.

Muy condicionados por movimientos especulativos de los compradores y de distintos fondos, que mantienen una tendencia alcista del precio del cacao debido a las peores cosechas que acontecen en los países de África Occidental desde 2022, el incremento de los precios del cacao es, además, una evidencia que no se traslada al productor.

No obstante, no quiere decir que el precio del cacao como materia prima solo obedezca a la realidad inflacionista y la especulación, sino a una suerte de tormenta perfecta dentro del sector donde se arrastran dos años de malas cosechas. La complicación, con el clima como protagonista, es que las lluvias desde mediados de 2023 a principios de 2024 propiciaron la multiplicación de varias enfermedades como el virus del brote hinchado y la mazorca negra o negrilla, que se están valiendo de los cambios climáticos que acontecen en la zona.

Si 2023 fue especialmente cruel por un exceso de agua que llevó a la pudrición a numerosos cacaotales, coincidiendo con la época de más producción de la zona, 2024 va por los mismos derroteros. De los cacaotales africanos (responsables del 70% del cacao del mundo) se extraen dos cosechas, siendo la que va de octubre a marzo la más potente. Sin embargo, hay una cosecha intermedia entre los meses de mayo y agosto que es la que ahora se ha visto afectadas por una gran escasez de agua que está lastrando las producciones de esta segunda tanda.

Reduflación, aumento de costes y nuevas referencias

Un hombre sujeta una vaina de cacao

Una realidad que está llevando a algunas de las grandes marcas a explorar nuevas vías de negocio con las que afrontar el aumento de los costes. Los caminos son dos y uno de ellos lo llevamos conociendo desde que estamos sumergidos en esta espiral inflacionista. El otro, más novedoso, pasa por aumentar el portfolio de las compañías con nuevos productos.

El primero de ellos es la reduflación, un fenómeno del que ya te hemos hablado en DAP y que podemos sintetizar como vender menos producto pero por el mismo precio. En este caso, los cambios a veces pueden ser poco apreciables, pero el coste para el usuario se mantiene, constituyendo una pequeña trampa en la cual pagaremos lo de siempre pero obteniendo menos, como ha hecho la empresa Mars Wrigley con su chocolatina Galaxy en Estados Unidos, a la que ha reducido el peso en 10 gramos.

El otro camino, tal y como se percibió en la pasada Superbowl, es la aparición de nuevas referencias en este tipo de productos donde el chocolate no sea tan protagonista. Algo que explicaba un especialista en el sector a Bloomberg, recordando que "el 40% de las chocolatinas que se venden en Estados Unidos están rellenas de frutos secos, caramelo o frutas", aventurando que puede ser una dinámica recurrente a medida que el precio del cacao se mantenga alto.

No obstante, valiéndonos de la misma referencia de Bloomberg, parece que no todas las empresas son, a priori, partidarias de esta dinámica, citando a Mark Schneider, CEO de Nestlé, que considera que "cambiar ahora las recetas y los perfiles de sabor simplemente porque el coste del cacao ha subido sería un error".

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Lo que sí puede ser una tendencia es ver cómo grandes industrias del mundo del chocolate comienzan a entrar en otros sectores como el de las golosinas y las gominolas, encontrando allí parte del nicho de mercado que pueden perder ante la deserción del consumidor de chocolate, uno de los más proclives a desaparecer junto con el del alcohol y el maquillaje si los precios siguen subiendo.

Imágenes | Freepik

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