La puedes llamar shandy o la puedes llamar radler, pero en esencia no deja de ser una cerveza con limón. El problema, como advierte la OCU, es que de limón llevan un porcentaje tan ínfimo que considerarlas cervezas con limón suena a poco más que chiste.
De hecho, va más allá y apunta a un truco más que extendido y que acaba suponiendo que, directamente, una cerveza que se presupone con limón no acabe llevando más que unos cuantos aromas con las que disimular su presencia.
Es lo que denuncia la OCU en una reciente publicación que, además, están convirtiendo en cervezas menos recomendables para la salud de lo que ya de por sí son. No sólo por el contenido alcohólico, sino porque están empezando a elevar el nivel de calorías a costa de azúcares añadidos.
Por eso, explican que se dan ciertas circunstancias que nos deberían enseñar a desconfiar más de una bebida que, contrario a lo que parece, tiene una cierta fama de saludable. Básicamente nos aferramos al menor contenido alcohólico para justificar su consumo, lo cual es evidente que sucede pues rara vez superan el 1% de alcohol.
La doble trampa de la cerveza con limón
Sin embargo, eso no quiere decir que realmente sean cervezas con limón. De hecho, hay cervezas que directamente no llevan limón, pero las interpretamos como tal. Es el caso de las cervezas tipo shandy, que sólo llevan aromas.
Distinto es el caso de las cervezas tipo radler, que ya tienen cierto contenido de limón o de lima, pero que suponen elevar las calorías de una cerveza en un 12% respecto a una cerveza clásica.
¿Por qué? Pues porque la mayor parte de estas cervezas con limón se apoya en azúcar, saborizantes y endulzantes que acaban suponiendo unos 145kcal por cada lata de cerveza. En el ejemplo de las shandy, el porcentaje se reduce —también por un menor grado alcohólico— a unas 110kcal por cada lata.
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Convertidas en paladines de una forma de beber cerveza más, a priori, sana, lo cierto es que las cervezas con limón suponen un falso mito en torno a la salud y al consumo de alcohol, que como vemos además va aparejado a una ingesta de azúcar todavía más abundante.
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