Hace muchos años, cuando el narrador deportivo Andrés Montes retransmitía los partidos de la NBA en, por entonces, Digital Plus, recurría a un tópico que hoy nos interesa: hay mucho chino en China.
Aquella pequeña broma la utilizaba el popular periodista para justificar por qué el baloncestista Yao Ming, chino, había conseguido ser titular en todos los partidos All-Star de la NBA de su carrera a costa del voto popular.
Pues bien, ahora de nuevo recuperamos el 'hay mucho chino en China', pero por una cuestión bien diferente. En la ecuación, además, vamos a meter al papel higiénico y a una empresa brasileña llamada Suzano.
¿Cuál es la razón del mix? Pues que Suzano es la mayor empresa exportadora de pulpa de madera del mundo y China es su principal mercado. Tanto como para suponer el 49% de las exportaciones de esta industria brasileña. En términos generales, para Brasil, el mercado chino compra 8,9 millones de toneladas de pulpa de madera, lo cual genera unos ingresos para el país hispanoamericano de 3.800 millones de dólares. Entendidos dentro de un contexto más global, China consume 46 millones de toneladas de pulpa de madera que, entre otras industrias, van a parar a la de la producción de papel higiénico.
El resto de exportaciones se resumen en un 24% hacia Europa, un 14% a Norteamérica y el resto hacia otros países. Actualmente, según datos de Ibá que recoge Valor International, las exportaciones de pulpa de madera son la quinta, por orden de ingresos, en cuanto al sector agroforestal brasileño. Un buen mordisco que, como decimos, tiene a Suzano como locomotora de un tren que ha estado tirando con muchísima fuerza durante la última década.
Aquí es donde entra China y, sobre todo, el aumento de su clase media y el gasto en elementos que en un pasado no tan pretérito parecían lujos como el papel higiénico. La cuestión, apunta Bloomberg, es que la madera que abastece a esta locomotora que no deja de invertir, parece tener un límite.
El límite está, apunta Bloomberg, a que están empezando a aparecer empresas chinas que produzcan pulpa de papel y, por tanto, hagan mella en Suzano. Lo explicaba Joao Alberto Abreu, consejero delgado de Suzano, cuando afirmó que el negocio en China muestra señales de estabilización, paliándose la casi infinita subida que lleva suponiendo este mercado para la empresa brasileña. En cifras, el 40% de las ventas de Suzano se realizan en China.
Y eso, evidentemente, topa con las intenciones de Suzano de seguir creciendo y de qué hacer con sus inversiones. Lo cierto, como apunta Paulo Hartung, presidente ejecutivo de Ibá, es que los exportadores de pulpa de madera brasileños han doblado su tamaño y producción en la última década. Lo complicado ahora es mantener ese crecimiento y cómo abrir nuevos mercados cuando parece que China da señales de estancamiento.
Y eso, cuando Suzano está gastando ingentes cantidades de dinero en producir más, no es la mejor señal para la industria brasileña. El ejemplo está en la última macroinversión que esta empresa ha realizado en el estado de Mato Grosso do Sul, donde ha puesto en marcha el pasado junio el mayor molino de madera del mundo, con una capacidad de producción de 900.000 toneladas de madera actualmente, aunque su capacidad es de 2,5 millones de toneladas. Ni más ni menos que 3.500 millones de euros.
La cuestión es que el gigante asiático vuelve a despertar. Necesita papel higiénico (y otros papeles) y está cansado de la dependencia exterior, razón por la que las ratios de plantación de bosques destinados a madera se están disparando en China, una industria de la que era deficitaria, y que puede dejar en la estacada a medio y largo plazo a sus proveedores actuales.
Imágenes | Freepik / Wirestock en Freepik
