La miel de calidad es un producto esencialmente artesanal para la cual es imprescindible contar con la inestimable ayuda de las abejas, unos insectos fascinantes que nos siguen sorprendiendo. O así era hasta ahora, pues la primera miel vegana del mundo acaba de lanzarse al mercado y quienes la han probado aseguran que sabe exactamente igual que la original.
Se trata del primer producto de MeliBio, una startup estadounidense fundada en 2020 que apenas un año han conseguido recaudar los fondos necesarios para materializar su proyecto, sumándose a la tendencia de alimentos plant based. Más allá del auge del veganismo, es una corriente dirigida a buscar alternativas sostenibles de productos animales para reducir el impacto ambiental y satisfacer la demanda de alimentos que podrían estar en peligro.
Así lo afirma Darko Mandich, CEO y confundador de MeliBio, declarando que la misión de su compañía es “hacer alimentos de una forma en la que podamos salvar nuestro planeta terminando con el uso de las abejas en la producción de miel, y por tanto restaurando la biodiversidad de las abejas salvajes y nativas de todo el mundo.”
Para elaborarla han desarrollado y patentado una tecnología propia basada en biología sintética y técnicas precisas de fermentación que ahora, además, han podido adaptar para su producción a gran escala y así poder lanzar su producto comercialmente al mercado. A principios de octubre de este año MeliBio fue presentada oficialmente en sociedad con una muestra y cata de su producto, así como diferentes dulces y elaboraciones preparadas con la 'falsa miel'.
Actualmente están ya recogiendo pedidos de clientes del canal Horeca estadounidense y B2B (business-to-business) y esperan que los primeros lotes lleguen al consumidor a finales de año o principios de 2022. Además, aseguran que también puede tener aplicaciones fuera de la alimentación, como en cosmética.
Las reacciones de la cata y las muestras a profesionales parecen muy positivas, pero falta por saber cómo reaccionará el consumidor corriente y si realmente serán capaces de introducir su miel de laboratorio entre la población no vegana, apelando a la creciente preocupación global por la pérdida de biodiversidad y, concretamente, la disminución de la población de abejas en todo el mundo.
También quedan por desvelar cuestiones como cuál es exactamente su composición nutricional, si se le pueden aplicar alegatos saludables o si podrá comercializarse usando el término de miel o honey, puesto que legalmente no lo es. Como en el caso de los lácteos vegetales, la legislación tendrá que adaptarse a estos nuevos productos.
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