Faustino Rodríguez Marín, propietario del Bar Juanito, en Jerez de la Frontera, ha fallecido este domingo a los 75 años.
La ciudad se despidió ayer en un multitudinario funeral de uno de sus más reconocidos hosteleros, responsable último de la transformación de un callejón medio olvidado de la ciudad en uno de los más importantes rincones gastronómicos de Cádiz y uno de los primeros establecimientos que reivindicó la tapa como puntal culinario de la zona.
Allí, en la calle Pescadería, se asienta la terraza donde turistas y locales siguen disfrutando de sus famosas alcachofas, de las que se sirven entre 200 y 400 unidades al día.
Este plato se sirvió por primera vez en el antiguo Juanito, en la calle Yebra de Jerez, en los años 40 del siglo XX. El padre de Faustino, Juanito -fundador del bar-, lo aprendió de una mujer que acudía todos los días a limpiar, cuyo nombre nadie recuerda. Su tapa, no obstante, ha sido imitada hasta la saciedad en toda Andalucía.
Son también famosas las tapas de carrillada -cocinada con vino oloroso-, las costillas en adobo, las papas aliñas, las mollejas, la berza o sus exquisitos huevos con patatas.
Faustino Rodríguez fue el primer hostelero nombrado Hijo Predilecto de la Ciudad de Jerez, en 2015; su caseta es una de las más famosas de la feria y hasta fue un año Rey Mago.
Durante sus últimos años, supervisó la creación de Alta Cazuela una empresa de catering que, además, se dedicó a envasar alguna de las tapas más populares del establecimiento.
Imágenes | Bar Juanito
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