Quizás cuando aún sólo ha pasado un cuarto de siglo, hablar de la mayor crisis suene a catastrofismo. Sin embargo, es lo que está sucediendo en la provincia de Malaga, que se enfrenta a una situación crítica.
En plena campaña de recolección de la cebolla temprana, los agricultores malagueños protestan por la falta de compradores de sus cebollas. Las causas como ha sucedido en otras ocasiones parecidas vienen marcadas por un inusual 2024 en el que la cosecha ha sido especialmente generosa.
Sin embargo, las asociaciones de agriculturas protestan por la competencia desleal que está suponiendo la entrada desde hace varios meses de cebollas procedentes de países como Senegal, Chile o Perú, a las que denuncian por sus bajos precios y por haber inundado el mercado, lo que ahora provoca que las cebollas tempranas de Málaga no tengan salida.
Todo además sumado a que la cosecha malagueña va a ser especialmente generosa, una consecuencia por la que también protestan los agricultores malagueños, ya que consideraron que se vendieron más semillas de las que habrían hecho falta para la campaña.
Entre las quejas de Asaja Málaga, una de las asociaciones que representa a un mayor número de agricultores, también está la crítica a la conocida como Ley de la Cadena de Alimentaria que, entre otras cosas, impide la venta a pérdidas para evitar la destrucción de valor del producto.
No obstante, lamentan que la ley de la cadena no obligue tampoco a los compradores. Tampoco que no se exijan más controles de calidad a los productos que se están importando. “En esta ocasión, no se trata de que su producto no tenga precio, es que no hay ni quien la quiera comprar”, protestaba Baldome Bellido, presidente de Asaja Málaga.
“Esta es una prueba más de la ineficacia de la Ley de la Cadena Alimentaria, la cual va quedando en entredicho cada vez que un producto agrícola entra en situaciones problemáticas de mercado”, sostiene.
El problema añadido en el caso de esta cebolla temprana está en su propia esencia. No se trata de cebollas enfocadas a durar, sino que tienen un período de consumo muy estacional.
“Lo dramático es que los agricultores se encuentran con un cultivo con todos los gastos echados, con una grandísima calidad y que no pueden vender, por lo que están perdiéndolo todo”, explicaba Bellido en la propia web de la asociación.
La situación es tal que, asegura, “no sirve una ley que no nos permite vender por debajo de los costes de producción, pero que no obliga a comprarnos, ni establece ninguna medida, ni para evitar la entrada de producto de fuera, ni para compensar a los agricultores con un sistema de retirada que estabilizaría el mercado”.
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En DAP | Sopa de cebolla
En DAP | Cebollas rellenas