Ahórrese echarse al monte y empezar a patinar entre pinos, robles y encinas si está buscando setas este otoño. En lo que va de temporada, en comunidades autónomas como Castilla y León, tradicionalmente muy potentes a nivel micológico desde los primeros compases del otoño, la temporada se está haciendo de rogar acuciad< por unas bajas precipitaciones previas y por cierta inestabilidad climatológica que está impidiendo que variedades especialmente potentes fructifiquen.
Aunque la propia Junta de Castilla y León avisa de que se están registrando fructificaciones de especies relevantes como la amanita cesárea y los boletus aereus gracias a las altas temperaturas del inicio del otoño y a ciertas tormentas, la realidad es que ambas especies solo se pueden encontrar en buena cantidad en zonas muy determinadas.
Por el contrario la inestabilidad meteorológica, que ha dejado ciertas precipitaciones aunque de forma desigual en Castilla y León, ha servido para dejar algunos regueros de setas como boletus edulis y lactarius deliciosus (níscalos) allí donde hemos encontrado el pino albar.
Esto significa que ciertas partes de las provincias de Ávila, Salamanca, Soria y Segovia han registrado unos datos relativamente interesantes para recolectar estas setas. En cualquier caso, se trata de rendimientos menores a medio kilo por hora de trabajo.
En el caso de las primeras especies mencionadas, tanto la amanita cesárea como los boletus aereus, si se están dando con buena facilidad en rendimientos superiores al kilogramo por hora en zonas especialmente concretas. Allá donde haya encinares arenosos y rebollares silicios, es decir en la comarca del Rebollar salmantina y en las estribaciones del Moncayo, en la provincia de Soria.
Además, la Junta de Castilla y León considera que la previsión meteorológica de los próximos días con un incremento de temperaturas y poca inestabilidad no hace ser optimistas para que fructifiquen especies micológicas muy habituales en la comunidad como son el boletus edulis y los níscalos puesto que necesitan un nivel de humedad bastante alto en el suelo. Especialmente en los pinares de llanura (como los que encontramos en las tierras de Soria) y que dificultará la micología aficionada durante los próximos días.
Condicionada por el ausencia de lluvias, las jornadas micológicas también están de capa caída en otras comunidades como Aragón y Cataluña, donde tampoco ha llovido lo suficiente en estos primeros compases del otoño como para que fructifiquen otras especies interesantes en lo gastronómico.
También se complican las labores de recolección en otras comunidades como Extremadura o Castilla la mancha, siendo esta última una de las más acusadas por la pertinaz sequía que está lastrando la producción micológica. Se estima que para que fructifiquen cierto tipo de setas, se necesitarían alrededor de lluvias de entre 50 y 60 litros por metro cuadrado, un escenario que no se está dando de forma reiterada en la mayoría de campos de Castilla la Mancha.
Guía práctica de setas (LAROUSSE - Libros Ilustrados/ Prácticos - Ocio y naturaleza)
La comunidad autónoma que de momento está salvando parte del otoño micológico es Cataluña, ya que las primeras lluvias del otoño hará unas tres semanas, sirvieron para hidratar bastante los bosques del Pirineo y del Prepirineo como los que se encuentran en la Alta Ribagorza y que están permitiendo que haya una cierta cantidad de setas interesantes para el aficionado y para el profesional.
En cualquier caso, se espera que a medida que remonten las precipitaciones, la temporada de setas empiece a despuntar la semana que entra o la semana siguiente en todo el territorio nacional.
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