"No vamos a ir. Se me ha olvidado avisar", la absurda excusa de un cliente a una arrocería de Murcia tras no aparecer por el restaurante

Con los ánimos muy soliviantados aunque con bastante paciencia, buena parte del sector de la hostelería sigue aguantando que algunos clientes, como popularmente se dice, cojan el brazo cuando se les da la mano.

Es lo que ha pasado, una vez más, con una escena de un no show. Conocido por este término británico que podríamos traducir como 'no aparecer', el hostelero de una conocida arrocería de Murcia ha publicado en su cuenta de X, antes Twitter, un par de pantallazos de una conversación de Whatsapp con uno de sus clientes.

Comenzando con un amable mensaje de presentación y explicando "Tenemos una reserva", el hostelero pronto topó con la respuesta ingrata del comensal: "Perdona por no avisar", lo cual parecía la primera salida que el cliente desertor pensó para escurrir el bulto, hasta que el propietario del restaurante Las Cumbres le recordó que "el arroz está hecho a falta de echar el arroz", explicando que "puedes pasar a recogerlo".

Situación que cambió el tono y la respuesta del cliente a la fuga que replicó que "no vamos a ir", insistiendo en que se le había olvidado avisar y que "se había cancelado". Ninguna de las explicaciones satisfizo al hostelero, que preguntaba "¿qué hago con el arroz?" ante lo que apareció la respuesta que nadie sería capaz de entender por parte del comensal: "Lo normal sería no hacerlo si no voy. Al menos confirmar la reserva".

Con este bonito ejemplo de hacer luz de gas y cargar las culpas sobre el hostelero, el comensal a la fuga reprocha al propietario del establecimiento que empiece a hacer un arroz cuando el cliente no ha aparecido. Un clásico de tener mucho morro y muy poca cultura culinaria, pues cualquiera que haya comido alguna vez un arroz sabe que la base se debe preparar con antelación, esperando al momento final en el que se han de echar los granos.

Como es lógico, la respuesta no gustó al hostelero, que se explayó con una realidad muy habitual: la de los no shows y la de la poca empatía de los comensales. Son muchos los establecimientos, sobre todo con cierto caché, que ya pueden permitirse hacer cargos previos en tarjeta ante este tipo de situaciones, pero son una minoría en términos generales.

Lo cierto, como también pasa a menudo, es que la hostelería aprovecha al máximo los días potentes de la semana como los sábados y los domingos para poder capear los días malos que suelen suponer entre semana, sobre todo en determinado tipo de negocios, razón por la que tener un cliente que no aparezca en una mesa un sábado o un domingo ya no es el dinero que dejas de ingresar por ese cliente, sino también el que pierdes por tener una mesa vacía.

Imágenes | Rte Las Cumbres

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