Una nueva plaga de Sudáfrica afecta ya a cítricos, caquis y aguacates en España y Portugal, y amenaza a más cultivos

El conocido como cotonet, Delottococcus aberiae, es uno de los insectos que más estragos está causando en los últimos tiempos en el campo español y europeo, pues arrasa rápidamente con plantaciones de cítricos. A esta plaga llegada desde Sudáfrica se ha sumado otra amenaza importada del mismo país, que ya afecta a varios cultivos españoles y portugueses, y amenaza con extenderse por otras producciones peninsulares.

Se trata de la plaga de cuarentena Scirtothrips aurantii, sudafricana, identificada en suelo europeo desde el 2020 y que desde el año pasado está avanzando desde el sur por cultivos diferentes, preocupando seriamente a las diferentes organizaciones del sector.

Así, la Asociación Valenciana de Agricultores (AVA-ASAJA) solicita extremar con urgencia las medidas de prevención para controlar y detener la expansión de una plaga que ya está afectando a plantaciones de frutales cítricos, caquis y aguacates, y que según el último boletín de la Junta de Andalucía también ha infectado en diversos municipios de Huelva y Sevilla a producciones de naranjo, mandarino, caqui, aguacate, fresa, frambuesa y arándanos.

También en Portugal se ha identificado la presencia de esta plaga en más de una decena de plantaciones en zonas del Algarve y del Alentejo, infectando, además de cítricos, a manzanos, arbustos siempreverdes arándanos silvestres.

Ante las dificultades que está sufriendo el sector por la escalada de precios en la producción o la sequía, la posible expansión de otra plaga sin control ha llevado al sector a solicitar a las autoridades que apliquen cuanto antes medidas eficaces con la máxima rigurosidad que eviten la expansión de la plaga por otras comunidades, especialmente en la Comunidad Valenciana, donde la producción de cítricos y caquis podría verse seriamente afectada.

Según técnicos de AVA-ASAJA, se han detectado cítricos onubeses afectados en más de un 60 % por Scirtothrips aurantii, cuyo daño más típico en la fruta se identifica mediante "una cicatriz grisácea con forma de anillo, generalmente en la zona próxima al pedúnculo, que se va separando del cáliz al crecer el fruto, de tal manera que lo deja inservible para su comercialización en los mercados". También preocupa cómo puede afectar a la producción de fresas y fresones, en plena campaña.

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