El tomate frito es una de las salsas más usadas en cocina, especialmente en la cocina española y también en la de los países del arco Mediterráneo.
Esto es así porque la salsa de tomate es realmente una versátil solución tanto para la pasta como para la pizza, la carne e incluso el pescado.
También las legumbres se enriquecen al verse envueltas en en esta deliciosa conjunción de ingredientes.
La Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) tiene un análisis de estas salsas para orientar al consumidor sobre la que resulta más saludable en caso de no hacerla natural y comprarla en el supermercado.
En su comparador, la mejor salsa de supermercado es la que vende Alcampo. Se trata del Tomate triturado de categoría extra con una calificación nutricional de A en el marcador Nutriscore.
La segunda opción más saludable es la salsa Orlando tomate natural triturado extra al estilo casero con la misma calificación. Los especialistas de la OCU la incluido en este podio por su perfil nutricional.
Finalmente, la tercera mejor opción de supermercado, según el análisis de la OCU, es Celorrio tomate triturado con esta misma consideración.
Una salsa saludable
La organización cuenta con un análisis de las etiquetas de 113 productos entre los que se encuentran tomate triturado, tomate frito y salsas de tomate. La mayoría de los productos analizados obtienen una calificación de A o B en el sistema Nutriscore, y aunque una salsa elaborada en casa es mucho mejor siempre, los productos procesados en este caso no incluyen excesos de azúcar ni de grasas o sal.
En cuanto al tomate triturado, generalmente consiste en tomate natural, pelado y cortado en trozos muy pequeños. En las muestras analizadas, la mayoría incluyen el ácido cítrico entre sus ingredientes para regular la acidez. Es un aditivo sin riesgos.
Respecto al tomate frito, este suele llevar aceite, azúcar, sal y ácido cítrico también. Esta es la única categoría regulada por la ley porque requiere porcentajes mínimos o máximos de algunos ingredientes. El análisis permite determinar que lo más común es que incluyan aceite de oliva más que de girasol, así como que la oliva es un ingrediente muy habitual, como también lo es el almidón, que se encuentra en gran porcentaje.
En cuanto a la salsa de tomate, se pueden encontrar bajo esta denominación o también bajo los nombres de sofrito de tomate, salsa para pasta o fritada. Estas salsas son similares al tomate frito pero su consistencia suele ser algo más líquida. En estas salsas se encuentran habitualmente, espesantes con gomas guar y xantana, así como almidones.
Foto | Daniel Lindstrom/Pexels,
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