Demoledora. Solo así se puede interpretar la información que, tras analizar dos décadas del Panel de Consumo Alimentario, convierte en terrorífica la estadística de cuánta comida procesada, en cualquiera de sus versiones, consume España como país.
Nada menos que 740.000 toneladas de comida preparada para 2023 entraron en los hogares españoles, lo que supone 16,58 kilos de procesados por persona y año. Lejos, lejísimos, de lo que lucía hace 20 años en los mismos paneles y que ahora supone un aumento del 514% en dos décadas.
Detrás están los cambios de hábitos culinarios, la cada vez más frecuente incorporación de la mujer al mundo laboral, las tendencias de cocina, los cambios en las rutinas de compra… La tormenta perfecta que se desentraña en una máxima sencilla: los españoles cada vez comemos más platos preparados.
¿Hay alguna buena noticia? Pues, si nos aferramos como cofrades del clavo ardiendo, veremos que al menos hay una nota aparentemente positiva: el tipo de producto. Aunque sigan siendo procesados, los datos que ofrece el Panel de Consumo Alimentario del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación nos sirve para ver que crece el consumo de sopas y cremas preparadas.
No es lo único que crece. Lo que sí se aprecia, según el informe, que también analiza la agencia Efe, es que en una década se aprecia que el crecimiento de sopas, cremas y conservas crecen a dobles dígitos, como también sucede con los preparados de tortilla. Por detrás, un clásico de los procesados como las pizzas, 'apenas' aumenta su volumen en un 9,3% para la última década.
Sin embargo, eso no quiere decir que la pizza no domine el panorama de los platos procesados en nuestro país. Con los datos ministeriales en la mano, se comprueba que la categoría de Pizza es líder, con 2,23 kilos por persona y año, no distando demasiado el gazpacho y el salmorejo ya preparado, con 1,73 kilos por persona y año.
Dos décadas de consumo y de comida ya preparada que ve como, por ejemplo, hay productos que han multiplicado por dos su presencia en nuestros hogares. Sucede con las citadas cremas y sopas, de las que en 2003 consumíamos tres kilos por persona y año, a los algo más de seis kilos de 2023.
Además, también España tiene dos velocidades al consumir procesados. En la locomotora del procesado, España se mueve al compás de Cataluña (21,13 kg por persona y año), Madrid (18,17 kg), Islas Baleares (17,68 kg) y Comunidad Valenciana (17,31 kg), por encima del consumo medio, mientras que el furgón de cola lo componen Galicia (10,30 kg), Navarra (12,23 kg), Asturias (12,31 kg) y La Rioja (13,28 kg), notablemente por debajo de esa barrera de los 16,6 kilos de productos preparados anuales.
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