La número 40. Así se llamaba la pizza estrella de un establecimiento en Düsseldorf, en el oeste de Alemania, que durante varios meses mantuvo en vilo a la policía local hasta la detención de su propietario.
El ingrediente estrella de la pizza en concreto era añadir una pequeña cantidad de cocaína, advierten fuentes de la agencia de noticias Deutsche Presse-Agentur DPA al lado de la pizza, convirtiéndose la pizzería en la tapadera perfecta para efectuar un menudeo de drogas que desveló un inspector alimentario.
Sería el queo dado por este inspector el que alertaría a la policía de Düsseldorf, que se personaron en el local para detener al gerente de la pizzería por tráfico de drogas.
En el momento de la detención, además, el gerente se desharía de una pequeña cantidad de droga, tirándola por la ventana, con la mala suerte para él de que justo aterrizó en las manos de la policía que estaba aguardando a la detención.
Tras un minucioso registro al domicilio, la policía alemana incautó 1,6 kilos de cocaína, 400 gramos de cannabis y hasta 268.000 euros en efectivo. Sin embargo, se trató solo de un primer golpe.
A los pocos días, la policía dejó en libertad vigilada al detenido, que retomó sus actividades ilícitas, poniendo de nuevo a la venta la denominada Pizza 40. Una actitud que permitió a la policía alemana desmadejar un hilo de narcotráfico a mayor escala que ha acabado deteniendo a otros 12 sospechosos, desarticulando además dos plantaciones de cannabis en las localidades de Mönchengladbach y Solingen, tras efectuarse registros en media docena de ciudades del oeste alemán.
Además, también entre los detenidos figuran, aparte del gerente del restaurante, un joven de 22 años sobre el que pesarán cargos de tráfico de drogas, robo y extorsión. Del mismo modo, el gerente del restaurante, tras las nuevas averiguaciones, sería detenido otra vez y puesto bajo custodia policial.
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