Con cada inicio de año, los consumidores se preparan para la temida subida de precios, pero pocos esperaban que la factura de la luz en enero fuera un 44% más cara que en diciembre. La Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) ha analizado las razones detrás de este incremento, y las conclusiones no dejan indiferente a nadie.
Mientras muchos miran con recelo su recibo eléctrico, los factores detrás de esta subida pasan desapercibidos para la mayoría. La primera reacción de los consumidores ha sido preguntarse si ha habido un cambio en su consumo o si se han aplicado nuevas tarifas sin previo aviso.
Sin embargo, la OCU ha identificado que uno de los culpables de este incremento ha sido la eliminación de algunas medidas excepcionales que habían mantenido el precio de la electricidad a raya en los últimos meses. Es decir, no se trata de que hayamos gastado más, sino de que pagamos más por lo mismo.
Entre los factores clave está el fin de la reducción del IVA de la electricidad, que ha vuelto al 21% en enero. Esta medida de ayuda fiscal, implementada por el Gobierno para aliviar el impacto de la crisis energética, fue retirada justo cuando algunos consumidores aún no se habían recuperado de las subidas previas.
Las claves de la subida
Ahora bien, la recuperación del IVA no es la única explicación, pues la OCU ha desglosado los principales motivos que explican por qué la factura eléctrica de enero ha sido significativamente más elevada.
Otra de las claves es el mayor precio en el mercado mayorista y el aumento de los peajes del sistema eléctrico. Aunque la volatilidad en el precio de la electricidad ha sido menor que en 2022, los precios en el mercado mayorista han experimentado un repunte en enero. Esto ha afectado especialmente a quienes tienen contratos indexados o tarifas variables.
Otro motivo destacado es el elevado precio del gas, importante para fijar los precios mayores de electricidad. Además, la producción de energía eólica se ha reducido en febrero, provocando mayores dependencias de este tipo de fuentes.
En primer lugar, es recomendable comparar periódicamente las tarifas eléctricas utilizando herramientas como el comparador de la CNMC o plataformas independientes como las de la OCU, Octopus Energy y Selectra. También, es importante revisar las condiciones y diferentes cláusulas del contrato, prestando especial atención a posibles revisiones de precios, compromisos de permanencia y costes adicionales. Asimismo, hay que revisar si la potencia contratada se corresponde con las necesidades del hogar.
Adaptarse a las horas
Otra estrategia efectiva es adaptar el uso de electrodomésticos en horarios valle, por ejemplo programar la lavadora o lavavajillas, pero esto solo es posible si estas dentro del PVPC. Por otra parte, una opción es sustituir bombillas por otras de LED, o centrarse mucho en apagar las luces de casa. También hay que evitar consumos fantasma desconectando y desenchufando aparatos que no están en uso.
No obstante, algo que la gente no suele tener en cuenta es ajustar la temperatura del firgorífico, el calentador de agua y el aire acondicionado para evitar un consumo excesivo y que este se ajuste un poco más a las necesidades reales. En la misma línea, para este invierno, aunque más con miras para el que viene, la bomba de calor puede ser una opción eficiente, pero la inversión es bastante elevada.
Fotos | Max Vakhtbovycn/Pexels y Foto de AS Photography
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