En plena situación de emergencia por inundaciones y riadas, muchos se preguntan por qué no se suspendió la actividad en la industria alimentaria
La DANA que ha pasado por la Península ha cumplido con las previsiones de las que ya venía informando la AEMET, activando avisos rojos por lluvias intensas desde primera hora del martes. Los avisos se sucedían conforme avanzaba la jornada, especialmente en las comarcas de la provincia de Valencia, pero la alerta que los ciudadanos reciben en sus teléfonos móviles no llegó hasta pasadas las ocho de la tarde. Para entonces ya eran muchas las personas que estaban atrapadas en sus lugares de trabajo por el nivel de las inundaciones.
Por qué se ha llegado a esa situación, dejando a decenas de trabajadores aislados en supermercados, centros comerciales, fábricas o polígonos, o abandonados a su suerte en medio de la nada cuando trataban de volver a sus casas por carretera, es la pregunta que muchos se repiten hoy. Por qué no se aplicó el teletrabajo ayer en muchas oficinas, por qué no se cerraron comercios y por qué no se interrumpieron los servicios de reparto a domicilio.
A medio día se viralizaron en X unas imágenes de Bomberos de Valencia mostrando al grupo de rescate GER socorriendo a un conductor atrapado con su furgoneta en mitad de una carretera inundada, cuyo vehículo aparecía con el logo de la empresa pixelado, pero que todo el mundo en España sabe reconocer perfectamente: una furgoneta de reparto de Mercadona.
A lo largo del día se sucedían en redes sociales las imágenes de denuncia y de auxilio de personas atrapadas tras ser obligadas a permanecer en sus puestos de trabajo hasta las 22.00, como los empleados del centro comercial Bonaire, aislados sin comida, o trabajadores de supermercados obligados a romper el escaparate para poder salir mientras el espacio se llenaba de agua.
Esta situación la hemos vivido en múltiples ocasiones ante otros casos de avisos por fenómenos meteorológicos adversos, también en ciudades como Madrid cuando, pese a estar bajo un aviso naranja o rojo, se ven repartidores de empresas de delivery poniendo en riesgo su seguridad respondiendo a llamadas de comida a domicilio bajo intensas lluvias, granizo o fuertes rachas de viento.
Mercadona, ante la polémica que ha ido escalando en las redes sociales, ha publicado un mensaje de "solidaridad" esta mañana, asegurando estar trabajando para restablecer su servicio y colaborando con las autoridades en las zonas afectadas. Ante la pregunta de DAP de por qué se mantuvo el servicio de reparto ayer, y si existe algún protocolo para actuar en base a los avisos de la AEMET, la compañía ha respondido que "En respuesta a tu consulta, informarte que desde ayer y hoy Mercadona, vigilando por la seguridad de todos sus trabajadores, está siguiendo las instrucciones de las autoridades pertinentes, a quienes agradecemos la labor que están realizando".
Se reacciona mal y tarde
La sucesión de fenómenos como el de esta última DANA, también conocida como gota fría, que parecen haber escalado en los últimos años con devastadoras consecuencias, ha motivado a las autoridades y organismos desarrollar planes de actuación y protocolos específicos a nivel nacional y regional, como el Plan Meteoalerta.
El objetivo primordial es poder anticiparse lo máximo posible a los llamados fenómenos adversos, dando toda la información posible sobre sus peligros, con un
adelanto de hasta 72 horas, así como mantener una información puntual actualizada para la población y los servicios de emergencias. Y sabíamos que venía una DANA, la AEMET aumentó el nivel de aviso al rojo unas horas antes y se emitieron los mensajes con sus alertas y recomendaciones pertinentes. Sin embargo, no se empezó a actuar cuando ya era tarde.
Protección Civil recomienda que, ante un aviso de nivel rojo por lluvias intensas, priorices la autoprotección, algo en lo que también inciden desde la propia AEMET: no atravieses a pie ni con vehículos tramos inundados, permanece en tu vivienda, toma medidas preventivas, no viajes salvo que sea estrictamente necesario.
Medidas difíciles de cumplir si tienes que cumplir con tus planes de reparto asignados para llevar la compra de los clientes, o si tu supermercado, empresa o centro comercial donde trabajas mantiene el horario de apertura habitual sin tomar medidas de ningún tipo.
A toro pasado, aún achicando agua de sus locales y sin dejar de mirar al cielo, las empresas parecen "seguir las indicaciones de las autoridades", pero a nadie se le ocurrió hacer lo propio ayer, cuando el centro comercial Bonaire, en Valencia, dejó a decenas de trabajadores atrapados dentro rodeados de agua, sin comida ni bebida; un caso repetido en otros comercios como Lidl, tal y como han compartido numerosos testigos y contactos de los empleados en X.
Si tu seguridad está en peligro, no te pueden obligar a ir a trabajar
La legislación no obliga a las empresas a cerrar o paralizar su actividad ante un aviso rojo, pero tampoco pueden estas penalizar a sus trabajadores si deciden priorizar su seguridad personal a sus obligacionales laborales.
Este tipo de fenómenos son un riesgo para la seguridad ciudadana, por lo que la falta al puesto de trabajo queda justificada mediante el artículo 21 de la Ley de prevención de Riesgos Laborales. Es más, teóricamente el empresario está obligado a informar de que existe un riesgo grave e inminente y a tomar las medidas necesarias para proteger a su plantilla, paralizando la actividad de la empresa si es necesario. "No podrá exigirse a los trabajadores que reanuden su actividad mientras persista el peligro", concreta el texto, y los trabajadores "no podrán sufrir perjuicio alguno derivado de la adopción de las medidas".
Si la empresa no actúa, la responsabilidad sobre tu seguridad se vuelve personal e individual, pero impera el miedo a represalias o incluso despidos. Sin embargo, tal y como aclaró el abogado laboralista Juan Antonio Salmerón a RTVE, aunque hay que estudiar cada caso, en una situación de emergencia en la que los hechos son independientes a la voluntad del trabajador, la ausencia al puesto de trabajo estaría acreditada y justificada.
Lo confirman también desde CCOO, recordando que estas situaciones de ausencia por causa mayor quedan recogidas en el Estatuto de los Trabajadores. "Se establece que el contrato de trabajo puede suspenderse puntualmente por causas graves y justificables como el riesgo extremo en carretera". Si la empresa te obliga a ir, se demuestra, y sufres un accidente in itinere, pueden llegar a existir responsabilidades penales por parte del empresario, además de consecuencias administrativas y económicas.
Imágenes | Bombers Consorci VLC
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