¿Qué sucede en las Rías Baixas? Tras la muerte de miles de navajas, llega la de los mejillones

Mejilloneros que van a perder hasta el 45% de su cosecha, bateas que se han convertido en un cementerio de mejillones y, curiosamente, cebándose con los ejemplares de más tamaño.

Es la denuncia que están realizando a lo largo del verano numerosos productores de mejillón en la Ría de Arousa, una de las más potentes en lo que a mejillón —y otros mariscos— se refiere en España.

No es el mejillón la única víctima, también le ha sucedido a las almejas o, como vimos hace semanas, a las navajas, encontrándose miles de navajas muertas en la playa de A Lanzada, en O'Grove.

Cuerdas que se pierden desde las bateas o, peor aún, sacar a ejemplares de las cuerdas y que al llegar a bordo están vacíos o muertos, especialmente en los mejillones de más calibre, tal y como explican en el medio local Diario de Arousa.

Un agua más caliente que otros años

Llueve sobre mojado a la hora de entender 2023 y unas consecuencias que van más allá de lo que sucede en tierra. Las altas temperaturas están teniendo también un reflejo evidente en el mar, elevando las temperaturas del agua en la que viven determinados bivalvos que necesitan aguas más frías para vivir y desarrollarse.

Aunque, tal y como apuntan en la información que aporta este medio, se trata de una hipótesis extendida que, además, se produce a ambos lados de la Ría de Arousa. En localidades como Boiro, Vilagarcía, Cabo de Cruz o en la propia Isla de Arousa se está apreciando la evidencia de una mortalidad masiva.

No obstante, también la 'masacre' va por barrios. Tal como explicaba el presidente de Opmega (Organización De Productores Del Mexillon De Galicia) a Diario de Arousa, "hay un incremento [de la mortalidad y del desprendimiento] más elevado en las interiores".

Además, apuntan que la mortandad de ejemplares grandes está siendo más llamativa, aunque en todos los calibres se están produciendo, situación que también se replica con las crías y que, curiosamente, "también está muriendo o muerto lo que está de la mitad de la cuerda para arriba", es decir, la parte más expuesta a aguas más calientes.

Sin afirmar con rotundidad que se trate del aumento de la temperatura del agua, sí implican al 'cambio climático' dentro de las teorías. Lo que sí es cierto es que este año la temperatura del agua es más alta que en otros años y que la mortandad es más alta en otras especies y que un aumento de la temperatura pudiera provocar que muera el animal o que se desprenda de las cuerdas.

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