La Confederación de Hostelería de España considera que la temporada de verano en el sector de la restauración ha sido, en general, peor de lo que se esperaba. Tanto julio como agosto, teóricamente los dos meses más fuertes y de mayores ingresos del año, han dejado un balance flojo con cifras por debajo de las expectativas.
Son las conclusiones de un informe publicado esta semana en el que la asociación destaca el descenso de la demanda del turista nacional, cuyo menor gasto ha lastrado la recaudación de todo el sector en prácticamente todo el país.
Los datos contrastan con la afluencia de turistas, que ha vuelto a batir récords este año. Pero, aunque Hostelería de España considera positiva la llegada de turistas internacionales, manteniéndose España como líder en el segmento de sol y playa, los datos globales de la temporada son más negativos respecto a las previsiones de las que se partía.
La entidad considera que la demanda nacional ha tocado techo y se ha estancado tras haberse recuperado en los últimos años desde el COVID. "Los viajes de los españoles al extranjero han crecido, restando momentos de consumo en nuestro país", afirman desde la asociación, apuntando además al incremento general de los costes de transporte, alojamiento o alimentación como culpable también de ese descenso, que limitan la capacidad del sector de seguir creciendo.
Según los datos recabados, solo un 25% de los hosteleros considera que la temporada de verano ha sido mejor que la de 2023, mientras que un 75% de los encuestados afirma haber observado un peor o igual gasto del cliente. Un 44,5% señala un descenso de las visitas y el 57,7% afirma haber constatado una caída del gasto general.
Aunque el mes de agosto ha sido ligeramente más positivo, especialmente en destinos de playa, un 40,9% de los encuestados ha apreciado un descenso del turista nacional y un 38,2% considera que han disminuido las visitas de los extranjeros a los establecimientos hosteleros, pese a que han llegado más a nuestro país.
En cuanto al empleo, en general se han mantenido cifras habituales en el ritmo de contratación en los meses estivales, debido a que la temporada alta comienza en Semana Santa. Sin embargo, un 56% de los hosteleros afirma haber ha tenido dificultades para encontrar trabajadores. También recalcan un descenso de la rentabilidad de los negocios en general derivado de los elevados precios de alimentos y bebidas, y también del coste de personal.
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