La tradición dicta que cuando una mujer da a luz, los familiares y amigos llegan al hospital con ramos de flores, cajas de bombones y obsequios para el neonato. Sin embargo, una nueva tendencia está ganando popularidad entre las recientes madres respondiendo a un anhelo oculto.
Esto es: los ramos de embutidos. Este peculiar regalo responde a un deseo muy específico de muchas mujeres que han pasado meses evitando ciertos alimentos por razones de salud durante el embarazo, y la privación de manjares como el jamón, el fuet y el queso sin pasteurizar se funde de un plumazo.
El fuet, el jamón serrano, el chorizo y otros embutidos han estado fuera de la dieta de muchas embarazadas desde bastante al principio de su embarazo debido al riesgo de toxoplasmosis. Ahora, con la llegada del bebé y sin restricciones alimentarias, lo que muchas desean no es un ramo de rosas, sino un buen surtido de productos curados para recuperar el tiempo perdido.
En el mismo día del parto
La idea de estos ramos es simple pero efectiva. Se elaboran con una selección de embutidos envueltos de manera decorativa, simulando la presentación de un ramo de flores. En algunos casos, se incluyen quesos y panes crujientes, convirtiéndolos en un auténtico festín listo para ser disfrutado el mismo día del parto.
Más allá de lo anecdótico, este tipo de regalo tiene una ventaja clara: es útil y consumible. A diferencia de las flores, que requieren agua y cuidados para durar unos pocos días (aunque son preciosas y fragantes), los embutidos pueden ser disfrutados con avidez y responden a una urgente necesidad objetiva.
La personalización en estos peculiares ramos también juega un papel importante. Cada ramo puede adaptarse a los gustos de la destinataria, incluyendo sus productos favoritos y asegurando que reciba exactamente lo que ha estado esperando durante meses.
No todas las madres disfrutan de las flores, pero casi todas pueden apreciar un buen bocado después de meses de restricciones dietéticas. Quienes no adoran el jamón o el fuet, seguramente lo hacen con el queso o el chorizo. Hay para todos los gustos.
Esta tendencia también refleja un cambio en la forma en que se perciben los regalos postparto. Cada vez más, las personas buscan opciones que aporten valor real y que se alejen de los convencionalismos: patucos, peleles y bodies para el pequeño bebé rivalizan con estas moderneces.
Foto | cottonbro studio
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