El fin de la bonificación de la energía, la gripe aviar y el repunte del consumo lideran el incremento
Los huevos son uno de los mejores indicadores económicos que puede haber. Baratos, masivos y muy útiles, no solo en los hogares, sino también en la industria, el clásico cartón de huevos es un buen termómetro para, por ejemplo, conocer la inflación dentro del sector.
No solo porque las subidas de precios de la energía, de los combustibles o de la alimentación de las gallinas repercute en ellos, sino también en toda la economía de escala que se genera en la industria alimentaria a través de ellos. No pensemos solo en los huevos como ingrediente final, si no también como elemento principal en repostería, productos precocinados, panadería…
Por eso, es posible que hayas visto que tus huevos del supermercado, la docena que habitualmente comprabas, ha subido en los últimos días hasta un 25%, en función del establecimiento donde los compres, y este ascenso tiene que ver con dos causas principales: la repercusión de costes de los inputs (energía, alimentación, costes laborales, impuestos…) y el fantasma de la gripe aviar que sacude Estados Unidos.
La primera parte es la que más podemos entender dentro del escenario de oferta y demanda. El pasado 1 de enero finalizaron las bonificaciones al precio del IVA de la energía, recuperando el 21%, tras haber estado más de un año y medio al 10%, fruto de un paquete de medidas de control de precios vinculado a la invasión rusa de Ucrania.
Eso no es todo, claro. También hay un repunte del consumo, que es habitual en escenarios inflacionistas, hacia alternativa más baratas como es el caso del huevo, aumentando su demanda. En este sentido, diversos informes sostienen que en España se incrementó en 2024, respecto a 2023, un 8% el consumo de huevo.
Sin embargo, a pesar de que el sector –tanto mayorista como en la distribución final– no ha sufrido incrementos de precio destacados, todo ha cambiado en las últimas semanas en la Lonja de Toledo, la más destacada de España respecto al mercado avícola.
En este caso, si comprobamos que en algunos de nuestros supermercados vamos a ver incrementos en el precio de los huevos de hasta un 25% respecto a la semana anterior, a pesar de haberse mantenido invariable en más de un año, la respuesta es sencilla: gripe aviar.
No en España, por suerte, donde las medidas de control en las producciones avícolas están permitiendo que los brotes en nuestro país no se produzcan. Algo de lo que no pueden presumir en Centroeuropa, donde la producción se está viendo resentida, por lo que, como explican desde Lonja Toledana: "La demanda de huevo es muy fuerte por parte de países del centro de Europa, castigados en su producción por enfermedades aviares".
Un patrón que, junto al alto consumo en España –que siempre aumenta la compra de huevo en los primeros meses del año–, supone un aumento en las cotizaciones de la semana del 28 de febrero, con una subida en todas las categorías de huevo –tanto suelo como jaula, independientemente del tamaño del huevo– de 12 céntimos por docena. A lo que se ha sumado una pequeña espiral alcista en el mes de febrero que hasta la última semana también había arrastrado un ascenso de otros 12 céntimos combinado en las tres semanas anteriores.
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