Este artista quería denunciar el maltrato animal matando de hambre a tres lechones. Gracias a una niña los han salvado

El artista chileno Marco Evaristti (Santiago, 1963) inauguró el pasado viernes una polémica instalación artística en Copenhague, ciudad en la que reside desde hace años. Para protestar contra los abusos y el maltrato animal de la industria cárnica, Evaristti colocó en la sala de la exposición una jaula con tres lechones a los que supuestamente nadie iba a proporcionar comida ni agua, dejándolos morir. Pero su suerte de performance no ha durado mucho; el mismo sábado denunció el robo de los animales.

Artista visual y arquitecto, Evaristti es conocido por desarrollar un arte provocativo que obliga al espectador a enfrentarse a los aspectos más provocativos de la sociedad actual, denunciando el lado más obscuro y contradictorio de la naturaleza humana. A menudo su obra gira en torno a la muerte y otros tabúes que exponen al público a sus miedos, generando malestar y conflictos internos, siempre buscando la respuesta visceral.

Con su recién inaugurada instalación And now you care?, Evaristti pretendía poner el foco en la crueldad de la industria cárnica danesa, uno de los países que más carne de cerdo exportan en todo el mundo. Según datos del Departamento de Ciencias Animales y Veterinarias de la Universidad de Aarhus, Dinamarca registró en 2020 una tasa de mortalidad en las primeras semanas de vida de los lechones de un 23%, lo que significa que más de 25.000 lechones morían a diario sometidos a prácticas de maltrato animal en la industria.

Para abrir los ojos a la sociedad danesa ante este problema y denunciar las malas prácticas del sector, el artista situó en la galería una jaula formada con carritos de la compra dejando dentro a tres cerditos, llamados Lucia, Simon y Benjamin, a los que se iba a negar alimento y agua hasta, supuestamente, dejarlos morir. Además, anunció que iba a declararse en huelga de hambre él mismo hasta el fin de la exposición. Pero no ha podido cumplir con lo planeado.

Además de generar protestas por parte del sector cárnico, las reacciones en contra de la instalación y del propio autor no tardaron en llegar por parte de activistas y defensores de los derechos de los animales. Desde la asociación Animal Protection Denmark agradecieron el interés de Evaristti por denunciar el maltrato animal, pero rechazaron rotundamente el método empleado para ello.

El mismo sábado, al día siguiente de la inauguración, los cerditos desaparecieron. Tal y como cuenta el artista a The New York Times, el "secuestro" probablemente ocurrió durante un despiste del personal de limpieza. Aunque el acto se denunció a la policía, Evaristti no espera recuperar los animales. Según recoge AP News, el robo fue efectuado por un grupo de activistas ayudados por un amigo del artista, Caspar Steffensen, a quien convenció su hija de 10 años, horrorizada por el destino de los animales.

El martes se dio oficialmente por cancelada la instalación, puesto que sin los lechones la obra carecía de sentido, afirmó Evaristti, quien ya está trabajando en recuperar el proyecto mediante vías alternativas. Una posibilidad que tiene en mente es robar lechones ya muertos a la industria para presentarlos en otra instalación, o rescatar y subastar cerditos vivos para conseguirles una vida mejor.

“Recibí muchos mensajes de odio de todo el mundo, creo que la gente no entiende que mi arte trata sobre los derechos de los animales”, afirma el polémico artista.

Imágenes | Freepik

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