La cucharilla suele guardar todos los secretos de este tipo de bebida y es clave fijarse en esta para reconocerlo
Pedir café descafeinado se ha vuelto una práctica común, especialmente entre quienes lo consumen por razones médicas. Aunque en esta era de bebidas personalizadas —como lattes con leche de avena o cafés a temperatura ambiente— hay opciones para todos, el descafeinado sigue siendo un básico para quienes deben evitar la cafeína.
Sin embargo, no es evidente cómo asegurarse de que realmente te están sirviendo lo que pediste. Y esto es especialmente angustiante cuando uno realmente no puede tomar cafeína y tiene indicios de que ese café puede no estar bien servido.
Estos trucos pueden variar de un establecimiento a otro, pero son parte de la cultura del café en España. Para los consumidores, son gestos que inspiran confianza y aseguran que se respeta su elección, especialmente en casos donde el consumo de cafeína puede tener consecuencias en la salud.
En realidad, no es una norma escrita y no todos los locales emplean estos sistemas. Por eso, para los más exigentes, una buena opción es preguntar directamente al camarero o incluso probar el café. El sabor del descafeinado suele ser más suave, con menos amargor, lo que puede ayudar a identificarlo.
El código común más extendido pasa por la cucharilla: un truco sencillo, pero eficaz, pasa por observar la posición de la cucharilla al servir el café. En muchos establecimientos, esta se coloca al revés cuando el café es descafeinado.
Este pequeño gesto sirve como señal para los camareros y para el cliente, garantizando que no haya errores en el servicio o que se sirvan mal las tazas una vez el camarero está en la mesa y reparte las bebidas.
Otro indicador puede ser la colocación de la cucharilla atravesando el asa de la taza. Esta práctica, aunque menos común, también es utilizada en algunos locales para diferenciar entre un café con cafeína y uno descafeinado.
Por último, hay bares que acompañan el café descafeinado con un detalle adicional, como una galletita colocada estratégicamente, y a veces la distancia de esta galletita respecto a la cucharilla puede ser una señal para el camarero de que ese café es descafeinado. Sin embargo, esto resulta algo más ambiguo para el cliente.
Foto | Ketut Subiyanto
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