Fueron felices, no sabemos si comieron perdices y, seguramente, no brindaron en su boda con el vino que hoy trae a la gresca a Brad Pitt y Angelina Jolie. De los tiempos felices en los que el binomio Brangelina parecía indivisible poco queda.
Entre medias, de todo, como acaba demostrando que los ricos también lloran. Lo que no parece, o no ha trascendido, es que haya habido infidelidades por ninguna de las dos partes. Eso no quita que, entre medias, desde que empezaran a salir en 2004 (tras una pillada de un paparazzi, que demostró la relación) hasta que se divorciaran en 2016 haya pasado de todo.
Por el camino, un matrimonio que apenas duró dos años (desde 2014 a 2016, aunque el divorcio se selló en 2019), seis hijos en común y, lo que hoy nos atañe, un vino rosado llamado Château Miraval que se ha consolidado como uno de los rosés más codiciados del mundo y que ahora trae a vueltas, pleitos mediante, a los abogados de Angelina Jolie y Brad Pitt.
La ironía, con el alcohol mediante, es que el divorcio había sido relativamente plácido y el dinero no había salido a relucir. O no hasta 2022, cuando la entrada de un tercero ha supuesto que Brad Pitt monte en cólera por lo que considera una traición por parte de Jolie.
Turbulencias entre 'celebrities'
Siete años de noviazgo, muchos viajes por el mundo, Angelina Jolie centrada en su labor humanitaria y Pitt, a su lado, hacían que la prensa del corazón estuviera encantada de que ese matrimonio fructificase. A su lado, seis hijos: cuatro adoptados y dos gemelos (Knox y Vivienne Marcheline) y, entre medias, los problemas con el alcohol de Brad Pitt.
De hecho, sería una de las diferencias irreconciliables que Angelina Jolie alegaría en el juicio del divorcio, que comenzó en 2016 y se ha acabado extendiendo hasta 2019, momento en que se declaró a ambos como solteros. Sería de hecho en 2016 donde se produciría la deflagración.
Tras volar de vuelta desde la Provenza francesa, Pitt agrediría física y verbalmente a uno de sus hijos. A bordo, toda la familia Pitt-Jolie y, según la citada fuente, restos de vino y cerveza por el avión, además de un Brad Pitt en estado de embriaguez que también la tomaría con Jolie.
Aquella fue la gota que colmó el vaso y que llevó a Jolie a pedir el divorcio que, tramitado de forma rápida, permitió a la actriz y activista tener la custodia completa de sus hijos hasta 2021, momento en que Pitt consiguió la custodia compartida. No obstante, en julio del mismo año la situación se volvería a revertir: el juez del caso fue recusado por no ser imparcial respecto a los intereses de Pitt, volviendo la situación al acuerdo de custodia previo.
El vino de los 50 millones de euros
Cerca de 600 hectáreas de terreno rodean Château Miraval, la pequeña pieza del amor entre Pitt y Jolie que compraron en la Provenza francesa y cuyo vino, que empezaron a elaborar en 2011 —año en que compraron el château, que ya tenía viñedo— con la mano de Marc Perrin, uno de los enólogos más reputados de Francia en lo que a vinos rosados se refiere.
Apenas 2.000 botellas salieron a la venta de Miraval en 2012, su primera añada. Sin embargo, el hype en torno a un vino disfrutón, hedonista y que tenía como protagonistas a dos de los actores más aclamados y atractivos de Hollywood, hizo que el ruido mediático pronto creciera
Pronto, los 35 millones de euros de la inversión inicial de aquel refugio familiar y provenzal empezarían a dar sus réditos, recurriendo a las 30 hectáreas de viñedo que dan lustre a la bodega y de la que se desconocen la cantidad de botellas que ya en las últimas añadas se están produciendo.
Una cosa está clara: está lejos de las 2.000 botellas de la primera tanda de vino y, sobre todo, se puede encontrar a lo largo y ancho del mundo con un precio bastante competitivo para todo el mito que lleva detrás.
Vino rosado Miraval 2021 Côtes de Provence
No obstante, sería también el vino uno de los conflictos principales entre el matrimonio, entre acusaciones de lucrarse con él y de traición. La realidad, siete años después, es que la propiedad y la citada marca están valoradas en unos 120 millones de dólares.
La participación de terceros
Nos gustaría decir aquello de felices los cuatro tras el divorcio, pero se produjo lo que, a juicio de Pitt, suponía una traición. Por su parte, Angelina Jolie a través de sus abogados sólo lo consideraba una transacción comercial con la que poner tierra de por medio, vía Nouvel, que es el nombre de la sociedad bajo la que Jolie tenía registrada su mitad de Château Miraval.
Ajena al mundo del vino, abstemia y con el doloroso recuerdo de los problemas de su exmarido con el alcohol, Angelina Jolie quería poner tierra de por medio. Dividida la propiedad al 50%, la actriz vendería su parte a la compañía vitivinícola Tenute del Mondo por 67,5 millones de dólares a finales de 2021.
El lío, dinero mediante, está en que Brad Pitt había ofrecido a Angelina Jolie 54,5 millones de dólares en mayo de 2021 para hacerse con ese 50% de la empresa. Jolie había llegado a aceptarlo, pero no se formalizó, y varios meses después, la actriz metía al enemigo en casa.
¿Por qué al enemigo? Pues porque Tenute del Mondo es una filial del grupo SPI, una megaempresa de producción y distribución de bebidas a nivel mundial dirigida por el millonario ruso Yuri Shefler y que, según Pitt en lo que refleja Vanity Fair, quiso hacerse con Château Miraval por 50 millones de euros cuando se hizo público el divorcio en 2016, lo que Pitt consideraba una afrenta.
Quién es Yuri Shefler y cuál es el futuro de Château Miraval
Shefler es sólo una parte más de estos complejos peldaños y su interés en Miraval es anecdótico más allá de lo económico, pues también había estado interesado en comprar Château d'Esclans, otro de los rosados de moda de la Provenza, que en la actualidad es propiedad del grupo LVMH.
Acusaciones de ser un oligarca a favor de Putin por parte de Brad Pitt caldearon más las cosas, enemistándose con los que iban a ser los propietarios de la mitad de un negocio al que había consagrado su vida. Entre medias, dos pleitos, puestos en litigio en 2022 contra Jolie y Nouvel para reconducir la situación.
El primero, en California, para anular la venta del 50% de Miraval, alegando que Pitt tenía derecho preferente sobre la venta y que, además, se había acordado no vender sin el consentimiento del otro, lo que hace que Pitt considere ilegal la venta. Por el otro, una demanda en Luxemburgo, donde pretende considerar nula la transferencia del 10% de los derechos de Miraval a Jolie —en una transmisión realizada en 2013— por la que nunca pagó.
De esta manera, Pitt busca dos cosas. La primera, torpedear la venta total y conseguir que se anule. Y la segunda, si no sale bien la primera, al menos presentarse como el accionista mayoritario de Château Miraval con un 60% de las acciones, lo cual le permitiría no depender de Shefler ni de Tenute del Mondo.
Aún con visos de alargarse en el tiempo, el último tropiezo parece darse en el bloque Pitt ejerce sobre las intenciones de Tenute del Mondo de conocer en profundidad los datos de la bodega, sus facturas y contratos. Motivo que les ha llevado a pedir un permiso judicial para acceder a ello en este 2023.
Con las espadas aún en lo alto y Angelina Jolie cada vez más lejos del que un día fue su paraíso romántico junto a Brad Pitt, lo cierto es que no parece éste el último capítulo de una historia que dista mucho de un final feliz.
Imágenes | Gtres / Château Miraval
En DAP | 31 grandes vinos a buen precio y de todos los estilos para aprovechar la vendimia: el mejor momento de compra del año
En DAP | El mejor vino rosado del mundo es el que hace Jon Bon Jovi en Francia
Ver todos los comentarios en https://www.directoalpaladar.com
VER Comentarios