Hasta ahora, la única cerveza de tipo Kölsch (típica de la ciudad de Colonia) que había catado en el blog, era la prescindible Isleña, la cerveza de Ibiza, así que aprovechando nuestro especial Oktoberfest, y a pesar de que no es una cerveza muniquesa, he decidido catar Früh, una de las cervezas Kölsch más populares de Alemania.
A pesar de su aparencia de pilsener, las cervezas Kölsch son de alta fermentación, similares en aspecto a algunas pale ale, aunque su color dorado poco intenso y muy transparente, similar a las cervezas Pils y otras lager, puede llevar a confusión. Tradicionalmente se sirve en un vaso de tubo de 20cl.
Diseño y aspecto
Con una botella de corte tradicional, tanto en su figura como en el vidrio marrón translúcido, y una etiqueta que, sin ser fea, tampoco es un prodigio del diseño, lo mejor de la cerveza Früh se encuentra en su interior.
Como he comentado antes, su color es pálido, con un dorado tenue, limpio y muy transparente, que deja entrever las finas y abundantes burbujas que sostienen la blanca espuma durante un tiempo no excesivo, pero si suficiente.
Cata de cerveza
La cerveza Führ, como la mayoría de las Kölsch, es una cerveza equilibrada, donde ningún aroma o sabor llama la atención frente al resto, pero no por ello está exenta de matices. Podemos encontrar principalmente notas de frutas (manzana, plátano y limón) que se unen al habitual dulzor de la malta y el toque floral del lúpulo.
Lo más interesante de esta cerveza, no obstante, es su final suave, agradable y refrescante, que invita a dar otro trago inmediatamente, pero no para quitarnos el sabor del anterior, sino para seguir disfrutando de su delicado sabor. No es que sea la cerveza del siglo, pero sí de las que te alegra beber.
Früh Kölsch
Kölsch 4,8% Vol Puntuación: 7,5
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