En el Paseo de la Gastronomía (¿bonito nombre, eh?) de la Casa de Campo de Madrid se sitúa uno de esos restaurantes sin los que es imposible relatar la historia gastronómica de la ciudad en la que se encuentra, regentado hasta ahora por uno de esos cocineros cuya presencia ha sido fundamental en la gastronomía española.
Nacido y desgraciadamente fallecido el pasado 20 de Noviembre de 2004 en Santurce (Vizcaya), José María González Barea "Currito" es bandera de toda una generación de cocineros que engrandeció la cocina española desde la tradición y una manera de entender el negocio que iba más allá de llenar el estómago del cliente, que conjugaba la excelente cocina con el trato personal y, en ocasiones, el espectáculo (¿quién no recuerda a Cándido?). Una generación de cocineros sin los que es muy probable que no podamos entender el excepcional momento de fama internacional que vive actualmente nuestra cocina, un grupo en el que se encontraba Currito que dotó al oficio de prestigio y al restaurante lo elevó a la categoría de templo gastronómico.
El legado de estos cocineros que poco a poco nos van dejando sigue siendo espectacular y el éxito de sus restaurantes, aún hoy, da prueba y fé de ello.
Nuestras condolencias y desde aquí, nuestro homenaje. Hasta siempre, maestro...
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