El aroma de este dulce casero recién hecho tiene la capacidad de despertar muchos recuerdos hogareños
La memoria olfativa es una de las más poderosas, y no hay nada como el poder evocador de los aromas de la cocina. Todos tenemos algún olor concreto ligado a recuerdos y personas de nuestra infancia, incluido el chef José Andrés, que tiene muy presente todo lo que aprendió de la cocina de su madre, a quien homenajea compartiendo hoy y recreando sus recetas.
Como buena familia asturiana, en la casa de José Andrés siempre ha estado muy presente la manzana. En Asturias los manzanos crecen y se cultivan casi por doquier, fuente de la materia prima de la tradicional sidra, pero que también se aprovechan para otros usos. Cocinar con manzanas casi es una obligación, y pocos postres más simples y deliciosos existen que las manzanas asadas.
El propio José Andrés ha vuelto a traer a su memoria las manzanas asadas de su madre aprovechando que en Estados Unidos se celebra este fin de semana el Mother's Day, el Día de la Madre, que allí es el segundo domingo de mayo. Y tal y como hacemos muchos, para conmemorar ese día cuando ellas no están con nosotros, ha dedicado su última newsletter a la receta más personal que le recuerda a su madre: manzanas asadas.
Postre casero donde los haya, sencillo, humilde y de toda la vida, que no necesita complicaciones para ser un manjar exquisito, pese a que también admite añadidos y toques más sofisticados o golosos. Si no enriquecemos la receta básica con demasiados azúcares añadidos o grasa, es un postre que sí entra en la categoría de saludable, y no deja de ser un capricho que a muchos despierta recuerdos entrañables de la infancia, como al chef.
José Andrés asegura que se pueden preparar con cualquier variedad de manzana que tengamos a mano, aunque él prefiere usar, al menos en Estados Unidos, Gold Rush o Golden Delicious, procurando llenar con ellas el recipiente que se use para que se sostengan unas a otras.
Las aromatiza con canela molida y añade mantequilla para que se funda en su interior con los jugos de la fruta asada, endulzándola con un baño de miel y coñac. Y, aunque reconoce que en su casa su madre nunca las sirvió con helado, nos sugiere hacerlo para convertirlas en un postre de celebración. O desayuno en familia. Lo cierto es que, si están riquísimas en otoño bien calientes, también nos gustan frías o tibias en primavera. Son perfectas para hacer con antelación.
En DAP | Manzanas asadas con nata y coñac
En DAP | Tarta de manzana
Ver todos los comentarios en https://www.directoalpaladar.com
VER Comentarios