En el mundo de las galletas, el trono está disputado. Entre tradicionales dinosaurios, napolitanas de toda la vida y oreos globalizadas, parecía que no había sitio para más.
Pero Kinder, que ya sabía de sobra lo que hacía con el chocolate, ha decidido ponerle cara a la merienda. Literalmente: caritas en las galletas para llamar la atención a los más pequeños.
Las nuevas Kinderini no apelan a la revolución, pero tampoco se conforman con ser simplemente simpáticas galletas. Son crujientes, tienen leche y cacao, y se presentan en dos formatos: para compartir o para fingir que solo te comerás una.
Evidentemente, tienen el sabor inconfundible de Kinder, esa mezcla exacta de dulzor infantil y diseño germánico. Lo curioso no es que gusten, sino que hayan tardado tanto en llegar.
Porque en una época en la que todo busca ser instagrameable, estas galletas tienen forma de sonrisa y relleno blando. Es decir, resumen total de nuestra infancia idealizada en 20 unidades por paquete.
La tiktoker @que_lo_pruebe_iris ha probado esta novedad (con algo de rodaje en otros países y algunas semanas en el nuestro), y asegura que "huele espectacular", aparte de ser super monas, con diferentes caras.
Saben mucho a chocolate y recuerdan al sabor típico del Kinder, detalla. La influencer explica que se las esperaba rellenas. Algunos de sus seguidores aseguran que no les encantaron, mientras que otros se declaran fans de este lanzamiento.

El truco en estas galletas está en el equilibrio: entre lo crujiente y lo cremoso, entre lo industrial y lo reconocible. Y aunque la lista de ingredientes es ciertamente más larga que un discurso electoral, nadie lee eso cuando tiene una sonrisa de chocolate delante.
Foto | RDNE Stock project y Kinder
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