Ahora sólo hago la vinagreta así: he aprendido un truco para que esta salsa quede aún más sabrosa

Más fresca, más limpia y con una fragancia mucho más amable

El mundo de las vinagretas es tan amplio como chefs y cocinillas haya entre fogones. Lo que permite que cada uno tunee al gusto una receta que de puro simple que es casi no merezca la pena ni contar como receta.

Lo que sí sabemos es que una vinagreta en condiciones es capaz de mejorarte cualquier tipo de plato, en especial las ensaladas, pero también puede ser la mejor aliada que puedas tener para carnes y pescados.

Especialmente cuando cocinamos en verano platos a la parrilla o a la plancha y no queremos complicarnos más de la cuenta entre sartenes. Por eso, las vinagreta, nos permiten, además evitar un exceso de calorías con salsas mucho más pesadas y no gastarnos demasiado dinero porque la podemos hacer en casa sin problemas.

La esencia de cualquier salsa vinagreta, no es otra que mezclar un ácido como el vinagre (de ahí el nombre), con una parte grasa que es el aceite. Luego, a voluntad, podemos utilizar el tipo de aceite que prefiramos, pero en la cocina española, lo más habitual para hacer salsa vinagreta es que recurramos a un aceite de oliva virgen extra.

En cuanto vinagres, cada maestrillo tiene su librillo. Están los clásicos a base del vinagre blanco habitual, pero también podemos mejorar un poco nuestra salsa vinagreta, incorporando vinagre un poco más especiales como el de Jerez, como el de manzana o como el de sidra.

Sin embargo, lo que he descubierto yo recientemente para prescindir del vinagre, y aún así hacer una vinagreta de órdago es buscar otro tipo de ácidos. No, no penséis mal: el ácido que os propongo es que utilicéis zumo de limón o de lima, para hacer vuestras vinagretas.

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Podéis alternarlo con el vinagre que tengáis o, directamente, utilizar solo el zumo de limón –fresco, por favor– para este tipo de recetas donde vais a conseguir el punto ácido, sin tanta fuerza como el vinagre, pero muy sabroso, que le va a ir de perlas a cualquier vinagreta que penséis para un pescado a la plancha –o para el pescado a la parrilla, si tenéis esa suerte–, para una carne que también cocinéis a la barbacoa o, como decíamos antes, para cualquier aliño de ensalada.

Imágenes | Freepik

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