Para que el bizcocho salga bien, son fundamentales sobre todo dos cosas: el batido de los huevos y la cocción en el horno. A veces el bizcocho no se hincha de manera uniforme o queda apelmazado, para intentar evitar estas situaciones lo que recomendamos hacer, es lo siguiente:
Bate mucho las yemas, ya que cuanto más aire consigas englobar, más se hinchará la masa en el horno. Mezcla con mucha suavidad, las claras montadas con el batido de yemas, removiendo suavemente para que no pierdan volumen.
Al añadir la harina, déjala caer desde el tamizador y vertiéndola muy poco a poco, así no se formarán grumos.
Y ya puestos, os mostramos una receta de bizcocho y su aconsejada elaboración para seis personas.
Separa las yemas de las claras de 6 huevos y añade a las yemas unos 150 gramos de azúcar, bate hasta que obtengas un compuesto hinchado, claro y cremoso. Seguidamente, monta las claras a punto de nieve añadiendo una pizca de sal.
Incorpora las claras poco a poco al compuesto de las yemas mezclando con suavidad y siempre en el mismo sentido. Añade los 160 gramos de harina tamizada junto a una cucharada grande de levadura en polvo.
Unta con mantequilla un molde y espolvoréalo con harina (y un poco de azúcar, si lo deseas), así la masa no se te pegará. Recuerda que si utilizas un molde con paredes desmontables, será más fácil desmoldar el bizcocho sin romperlo.
Vierte la masa en el molde y dale unos golpes sobre la mesa para que se distribuya de manera uniforme. Ya puedes cocer en el horno a una temperatura de 180 grados durante unos 40 minutos y no abras la puerta del horno durante los primeros 30 minutos.
Una vez acabada la cocción, deja reposar el bizcocho unos minutos y retira el molde. Sobre una rejilla, déjalo enfriar completamente.
Esperamos que estos consejos sirvan para que elabores un apetitoso bizcocho. Ya nos contarás como te ha salido.
