La carne está compuesta básicamente por proteínas y grasas.
Las proteínas tienen, dentro de nuestro organismo, el papel de “plásticas”, esto es, son los ladrillos que forman nuestra estructura corporal.
Las grasas son, en este caso, el vehículo que hace llegar a las vitaminas a su destino, sin ellas muchas vitaminas, las liposolubles, vitales para el perfecto funcionamiento de nuestro cuerpo, no se asimilarían, causando con ello no solo carencias, sino enfermedad.
Bien, por otro lado las verduras, las ensaladas crudas sobre todo (que al no haber estado expuestas al calor mantienen todas sus cualidades intactas), tienen el papel de reguladoras del metabolismo, o lo que es igual, dirigen el tráfico y ordenan todo el asunto (para entendernos).
Las verduras nos aportan también minerales, imprescindibles para que cada parte de nuestro cuerpo tenga fuerza, y pueda crecer.
Además, esa ensalada inofensiva, nos aporta fibra, ó lo que es lo mismo, nos ayuda a limpiar todos los restos inservibles que se han producido durante la digestión.
La fibra es el estropajo… ¿te imaginas como queda un plato lavado solo bajo el chorro de agua?, si le das estropajo mejor…¿no crees?
Pues ya sabéis, acostumbraros a tomar ensaladas con casi todas las comidas, sobre todo carnes y comidas grasas.
Hay teorías de cuando consumir estas ensaladas, antes, después ó durante la comida…yo la tomo antes, durante y después, "manías".
Vosotros adquirid vuestra propia “manía”, pero eso sí, comed ensalada.
En Directo al Paladar | Gratinado de verduras. Receta vegetariana En Directo al Paladar | ¡Verduras listas para comer! En Directo al Paladar | Los vegetales crudos aumentan el nivel de algunas vitaminas