“¿Podría la cocina asturiana ser la próxima gran tendencia de la comida española?” Con esta pregunta, el redactor del diario británico The Telegraph Tomé Morrisy-Swan, llama la atención a sus lectores sobre una región que, explica, debería interesar a todo amante de la gastronomía.
“A pesar de tener la mitad del tamaño de Gales, Asturias tiene ocho restaurantes con estrellas Michelin (Gales tiene siete), grandes cantidades de productos maravillosos –muchos de los cuales rara vez se encuentran en otros lugares de España–, y es conocido en todo el país como un paraíso gastronómico”, asegura Morrisy-Swan, en un panegírico de esos que solo sabe escribir sobre España un extranjero. “Podría decirse que es la capital de queso de España, comparte el acceso a la misma clase de mariscos de primer orden por los que Galicia es famosa, y produce sidra para rivalizar con todo lo que el suroeste de Inglaterra tiene que ofrecer”.
El redactor británico compara Asturias, incluso, con Gran Bretaña: “En muchos sentidos, Asturias es como Gran Bretaña: su paisaje accidentado y montañoso, sus temperaturas frescas, sus mañanas brumosas, su litoral rocoso y sus interminables millas de pastos verde esmeralda recuerdan a algunas partes de las Islas Británicas”.
Menos mal que, en lo que respecta a la comida, no se parecen en nada.
Una deuda con la cocina asturiana
En el artículo, Nacho Manzano, chef del restaurante Casa Marcial en Arriondas (con dos estrellas Michelin), se lamenta de que Asturias no sea más conocida en el resto del mundo. Y no ahorra en señalar culpables: “El Gobierno no se ha centrado en la gastronomía, las autoridades no lo están promoviendo como en el País Vasco o Galicia”.
Lo cierto es que, pese a que Morrisy-Swan se sorprenda de que Asturias tenga más restaurantes con estrella Michelin que Gales, lo reseñable es que no tenga muchos más.
En la pasada gala Michelin, la guía no concedió una sola nueva estrella para el Principado, pese a que muchos esperaban el primer macaron para restaurantes como Güeyu-Mar (Ribadesella), Regueiro (Villapedre), Gunea (Cruz de Illas) o el segundo para Casa Gerardo.
Ni una estrella nueva para Asturias. Lamentable. Sólo la pedrea de 4 nuevos Bib Gourmand: Mesón Centro, de Puerto de Vega; El Foralín y Ca Suso, de Oviedo, y El Llar de Viri.
— Carlos Maribona (@salsadechiles) 21 de noviembre de 2018
Curiosamente, como explica David Fernández-Prada en Gustatio, el restaurante ovetense Casa Fermín, comandado por el chef Luis Gil, fue junto a Arzak y El Bulli –entonces liderado por Jean Louis Neichel– uno de los tres primeros establecimientos que recibió una estrella Michelin en España, en 1974. Fue el único restaurante estrellado del Principado durante doce años, hasta 1986, cuando se reconoce también a Los Hórreos en Gijón y Trascorrales en Oviedo.
Ninguno de estos tres restaurantes tiene hoy estrella Michelin. Es Casa Gerardo el restaurante más veterano en activo de los galardonados en la región, con 27 años estrellado, desde que Pedro Morán, considerado el padre de la revolución culinaria asturiana, recibiera la estrella en 1991.
Una gran cocina popular
Como señala el artículo de The Telegraph, la gastronomía asturiana es enormemente apreciada por los españoles, pero su carácter marcadamente popular, ha hecho que no se distinga como un destino turístico, no al menos uno que compartir con los guiris.
“Nunca hicimos mucho ruido, tal vez necesitamos un frente más unido de chefs y productores para comenzar a hablar sobre nuestra gastronomía”, reconoce Manzano al medio británico. “En España, todos vienen a Asturias a comer, es un lugar famoso. Lamentablemente no tenemos esta voz en todo el mundo”.
El Principado ha logrado, incluso, poner de moda un invento como el cachopo, un plato moderno que hace solo una década apenas se conocía pasado Pajares y hoy levanta pasiones en toda España.
¿Llegarán la fabada, los tortos o el pitu de caleya a triunfar en Reino Unido? Solo el tiempo lo dirá, pero no será porque no lo merecen.
Imágenes | Esther Clemente/Casa Marcial/iStock