¿Qué pasaría nos quedáramos sin colores en la cocina? Eso es lo que debió preguntarse la fotógrafa gastronómica italiana Isabella Vacchi al preparar esta pequeña serie de comida monocromática, que nos muestra un mundo en el que los alimentos no tienen color, y son o blancos, o negros, o grises... o marrones, que tampoco es un color muy color, que digamos.
Las imágenes, en las que se han dispuesto ingredientes y utensilios del mismo tono (blanco, gris oscuro, negro..) resultan tremendamente extrañas e impactantes, al mismo tiempo atractivas y repulsivas, a pesar de que contengan preparaciones que nos podrían resultar muy apetecibles, como merengues, caviar o setas.
Probablemente la más agradable sea en la que todo es blanco, y aunque la marrón también transmite paz. La gris oscuro, con pescado a la brasa sobre pizarra, o la absolutamente negra, son cuanto menos chocantes.
No obstante, tampoco os vayáis a pensar que a esta artista se le ha ido la cabeza o tenga una visión extraña de la gastronomía, lo que ocurre es que le gusta mucho jugar con los colores de la comida. A continuación os dejo con una galería en la que se pueden ver otros trabajos suyos en los que realiza composiciones con paletas de colores muy interesantes, y que nos pueden ayudar a entender cómo funciona el color y cómo utilizarlo en nuestras fotos de comida.
Vía | Fubiz
Más información | Isabella Vacchi
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