La tarta de queso de estilo fluido, es uno de los postres más populares que existen en la actualidad. Si bien se pueden encontrar múltiples variantes del dulce, no hay duda de que todos son igual de deliciosas. Es tan popular, que en Estados Unidos hay un día nacional en su honor. El 30 de julio se celebra el Día Mundial del Cheesecake o el Día Mundial de la Tarta de Queso.
Aunque su ingrediente fundamental en todos los casos es el queso, existen diversas formas de hacerla y varios tipos de quesos que se pueden utilizar. Desde la clásica tarta de queso al horno tradicional de La Viña o cualquiera de sus variantes, es importante saber cómo almacenar y guardar la tarta, sea entera o porciones, para disfrutarla los días siguientes.
Para la alegría de los fanáticos, existen formas para conservar la tarta y con esto, hacer que dure más tiempo. Ahora bien, como con la mayoría de las preparaciones, primero será; entender por cuánto tiempo se desea almacenar para luego elegir el mejor método.
La tarta de queso generalmente es mejor si se consume dentro de los 3 a 4 días posteriores a su elaboración, pero puede variar un poco en función de lo que hay en la misma. Por ejemplo, una tarta de queso con fruta fresca o mermelada en la cobertura, puede estropearse rápidamente por la misma humedad. Algunos expertos, dicen que se puede almacenar durante un máximo de 3 meses, mientras otros creen que debe consumirse en un plazo de 1 a 2 meses para disfrutar del auténtico sabor y textura.
Método 1: Guardar en la nevera
Este es el método más fácil y quizás el más básico para guardar la tarta de queso (y cualquier preparación). Solo guardar en la nevera. Si solo se quiere conservar durante la noche o por un día, cubrir la tarta con una envoltura de plástico y llevar a la nevera. Lo único que la envoltura puede estropear cualquier cobertura o decoración que haya encima. Siempre es importante, asegurarse de envolver o cubrir bien para que no se seque ni tome olores de otras ingredientes en la nevera.
Otro método fácil para almacenar adecuadamente la tarta de queso o las sobras, es en un recipiente hermético que quepa en la nevera. Este método te da entre 2 y 3 días para disfrutar del dulce. De utilizar esta mecánica, es recomendable no esperar más de 3 días como máximo para comer el postre. Esperar más tiempo puede provocar el deterioro del sabor y la textura de la masa y relleno.
Método 2: Conservar en el congelador
La tarta de queso se puede congelar entera o en rodajas. En términos generales, la tarta se puede congelar hasta por 3 meses. Por supuesto, cuanto más tiempo permanezca en el congelador, más probable será que la textura cambie, por lo que menos tiempo es mejor, si es posible.
Para evitar tener imperfecciones o roturas en la superficie de la tarta, lo mejor es congelar durante una o dos horas hasta que esté firme y luego envolverlo. Recomendaría envolverlo en una o dos capas de plástico al menos. También puede ser una tercera capa de papel de aluminio e incluso colocarlo en una bolsa hermética. Cada capa adicional le dará más protección. Mismo podrías envolverlo y luego guardarlo en un recipiente hermético, si se tiene espacio en el congelador.
Eso si, asegurarse de quitar todo tipo de ingredientes o toppings extras en la superficie antes de congelar. De esa manera, los ingredientes no se estropearán durante el proceso de congelación y descongelación. Si bien, se puede congelar durante un máximo de 3 meses, para conservar la mejor calidad, es recomendable consumir en un plazo de 1 a 2 meses.
Si estás congelando las porciones que sobraron con algún tipo de decoración, en principio puedes dejar las coberturas puestas. La mayoría de las veces, se descongelarán bien. Solo es importante tener en cuenta que ingredientes como la fruta y las galletas serán más suaves y pueden tornarse blandas, al descongelarse.
Al descongelar una tarta de queso completa, recomiendo retirarla de toda la envoltura mientras está congelada y colocarla en un recipiente hermético en la nevera para que se descongele durante la noche. A diferencia de la mesada, no recomiendo dejar a temperatura ambiente para que se descongele. Esto será un cambio de temperatura más drástico que hará que se forme condensación en la parte superior y alrededor de la tarta de queso, lo que podría hacerla húmeda y acuosa en la corteza. Una vez descongelada, añadir los ingredientes y decoraciones en la superficie.
En definitiva, la respuesta más rápida es que la tarta de queso casera puede durar hasta cuatro días cuando se almacena correctamente. Mientras que las compradas en la tienda o supermercados, pueden durar hasta siete días en la nevera. Lo importante es remarcar como la tarta de queso no se puede almacenar a temperatura ambiente, debe estar siempre en un ambiente frio.
Imagen | Foto 1: Wirestock, Foto 2: AndreyPopov, Foto 3: Miguel Angel Flores
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