La gelatina de uva se utiliza en diversos preparados gastronómicos, confiere a los platos un sabor sin igual, aunque también es ideal para disfrutarla con unas tostadas untadas con un poco de mantequilla en el desayuno.
Elaborar gelatina de uva no requiere un gran esfuerzo, aunque sí hay que seguir las indicaciones al pie de la letra para que la elaboración sea perfecta. A continuación mostramos como hacerla.
Dispón un decilitro de vino blanco en una olla junto a ½ kilo de uva blanca y lleva a ebullición. En el momento que entre en hervor, baja el fuego y deja cocer durante 20 minutos. Seguidamente añade ¼ de kilo de manzanas previamente troceadas y sin corazón. Remueve bien el compuesto y cuece hasta que veas que se ha desecho, seguidamente, introduce toda la mezcla en un colador de malla fina y deja que escurra durante todo un día. Dispón la mezcla en un vaso medidor y añade ½ kilo de azúcar por cada 6 decilitros de la masa resultante.
Dispón la mezcla junto al azúcar nuevamente en una olla y cuece hasta que veas que el azúcar se ha disuelto. Ahora debes aumentar el fuego y prosigue con la cocción hasta que veas que se ha formado una gelatina espesa.
Finalmente, tan sólo tienes que repartir la gelatina de uva en los tarros para conservarla, previamente esterilizados y bien secos. Puedes seguir las instrucciones del post Algo básico en la despensa, las conservas para darle el tratamiento exacto a los tarros de llenado.
Ya puedes guardarlos en un sitio fresco y disfrutar del sabor de la gelatina de uva al cabo de un mes de su elaboración.