La costumbre que debemos evitar al comer langostinos, según los urólogos

Más crustáceos decápodos entran en la lista de 'proscritos'

Pocos momentos del año hay más señalados en el calendario que la Navidad. Queramos o no, vacaciones mediante, es una época de paz, armonía y un quintal de calorías. Pero no solo de ellas, claro.

El ácido úrico, las transaminasas, los triglicéridos, la glucosa… Hay tantos parámetros sensibles en un análisis de sangre a los atracones navideños como peces y mariscos en el mar.

Peces y mariscos a los que, como es lógico y habitual, damos salida en Navidad por doquier. No vamos a hablaros hoy, sin embargo, de recetas de pescado para estas fiestas. Podríamos hacerlo, qué duda cabe, pues tenemos un repertorio que da para cenar 100 Nochebuenas. De hecho, ya solo con todas las preparaciones que alguna vez os hemos recomendado con recetas de merluza, por poner un ejemplo, a costa de recetas de bacalao, tendríamos para cubrir hasta 2135.

Como es lógico, ninguno de nosotros -que nos leáis en 2024- estaremos aquí dentro de 100 años. Y menos si, como es habitual, no prestamos atención a algunas de las recomendaciones más habituales que los médicos suelen dar en estas fechas.

En este caso, apuntamos con bala a una costumbre muy frecuente al hablar de recetas de marisco y que los urólogos y nefrólogos temen. Hablamos, ni más ni menos, que de chupar las cabezas de los langostinos.

Quien dice langostinos dice, lógicamente, cualquier otro tipo de crustáceo decápodo como gambas, gambones, carabineros, cigalas o, en el caso de que fueran chupables, las cabezas de las langostas y de los bogavantes.

El temor está, como más o menos podemos imaginar, en elevar el ácido úrico. Tal y como explican desde Clínica Universitaria de Navarra, hay determinados alimentos ricos en purinas que incrementan esta cantidad y, entre ellos, están los mariscos y, en especial, sus cabezas, donde se concentran las mayores cantidades de purinas.

Estos incrementos de ácido úrico se ven íntimamente relacionados con la formación de cálculos renales, los cuales generan cólicos nefríticos en las vías urinarias, razón por la que es desaconsejable chupar las cabezas de las gambas.

Entre otras pautas que, por ejemplo, encontramos en la Fundación Española de Diálisis, que recomiendan varias dietas para prevenir la litiasis renal y donde añaden consejos para pacientes con hiperuricemia o gota.

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