Cuánta sal debes echar realmente al agua de cocer pasta

Develamos la respuesta definitiva a la pregunta y sumamos algunos consejos expertos para lograr el punto perfecto en tus platos de pasta

Cada cocinero puede tener su propia preferencia en cuanto a la cantidad a utilizar, pero hay una máxima que es universal: se debe agregar sal al agua de la pasta.

Hay diferentes teorías y opiniones sobre la cantidad en particular que se debe agregar al agua de cocción. Algunas personas creen que se debe agregar una cantidad generosa de sal al agua para evitar el uso en la salsa, mientras que otros prefieren usar menos sal por cuestiones de salud.

Por la cuestión que sea, agregar sal al agua de la pasta permite sazonar la misma desde adentro mientras se cocina. Y esto ayuda a realzar el sabor del plato final. La cantidad recomendada es de aproximadamente una cucharada de sal (10 a 12 gramos) por cada litro de agua. Con utilizar la sal común de mesa es suficiente, ya que se disuelve fácilmente y cumple su función. No es necesario ninguna sal especial. Este principio es igual si es pasta fresca o seca.

Esta se puede agregar después de que el agua hierva y antes de poner la pasta cruda. Es importante escoger una olla lo suficientemente grande para que la pasta quede suelta y no se apelmace por la falta de espacio. En el progreso de cocción, para saber si la pasta está al dente o en su punto justo, es importante probarla durante los últimos minutos de cocción. "Al dente" significa que la pasta está cocida pero aún conserva cierta resistencia al morderla, no está blanda ni se deshace.

Cuando se agrega sal al agua de cocción, se esta aumentando la salinidad del medio liquido. Esto tiene un par de efectos químicos interesantes en la pasta.

En primer lugar, la sal ayuda a sazonar la pasta desde adentro mientras se cocina, lo que significa que la pasta tendrá un gusto más uniforme en lugar de depender solo de la salsa para obtener sazón.

En segundo lugar, el almidón presente en la pasta tiende a liberarse en el agua de cocción a medida que se cocina. La presencia de sal en el agua ayuda a retrasar este proceso de liberación de almidón, lo que resulta en una pieza más firme y menos pegajosa.

Ajustada la cantidad de sal, puedes hervir el agua y disfrutar de unos auténticos espaguetis a la carbonara o espaguetis con verduras hasta espaguetis con salsa de albahaca y tomates secos en el próximo almuerzo.

De todas maneras, no son un matrimonio indivisible. Aunque tradicionalmente se ha agregado sal al agua de cocción de la pasta para mejorar el sabor y la textura, no es estrictamente necesario hacerlo. Si por razones de salud o preferencias personales optas por reducir o eliminar la sal en tu día; la pasta seguirá cocinándose correctamente y podrás sazonarla luego con salsas y condimentos que se ajusten a tus gustos y necesidades.

Imagen | Foto 1: Lisa Fotios, Foto 2:  JÉSHOOTS

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