Día de las Paellas. Más de 1000 paellas en las calles de Benicàssim

La paella es uno de los platos más populares de la gastronomía de la Comunidad Valenciana por lo que son frecuentes las fiestas populares y concursos realizados en torno a esta receta. Una de las más peculiares es el Día de las Paellas, que se realiza desde hace más de 25 años en la localidad de Benicàssim y que en su pasada edición, reunió a más de 1000 paellas elaboradas por los vecinos en las calles.

Benicàssim es una importante localidad turística situada en la provincia de Castellón que es mundialmente famosa por la celebración del Festival de Música F.I.B., por la calidad de sus playas y sus Villas y porque que cada año está mejorando su oferta gastronómica apostando por la calidad de sus pinchos, arroces y platos de pescado.

Como este año pude asistir al Día de las Paellas, a continuación os cuento todos los detalles característicos de esta fiesta popular. El evento es muy atractivo ya que durante ese día familias y grupos de amigos se reúnen en torno a la paella, congregándose más de 20.000 personas en una fiesta gastronómica llena de humo de leña, bailes y verbenas populares, que se celebra tradicionalemente dentro del programa de actividades de las fiestas patronales de San Antonio Abad y Santa Águeda.

El almuerzo o parrillada popular

Una de las actividades que ayuda a meterse en ambiente, es un almuerzo popular, invitación del Ayuntamiento, que consiste en un trozo de hogaza, un chorizo, una salchicha o longaniza y una morcilla, acompañados de una bebida, que los vecinos pueden asar en grandes montones de brasas, para comenzar el día con las fuerzas necesarias.

En los últimos años, este almuerzo se ha complementado dándole una finalidad solidaria, para la que se solicita un euro a los asistentes. La recaudación de este año se destinó a la Asociación Española contra el Cáncer, (AECC). Los vecinos acuden al almuerzo, armados de parrillas para asar, o utilizan pinchos en los que ensartan las viandas suministradas por el Ayuntamiento, aunque son muchos los que refuerzan el "menú" con chuletas, trozos de panceta y otros productos. Tras el almuerzo, comienza el Día de las Paellas propiamente dicho.

El Día de las Paellas de Benicàssim

Aunque en su origen el Día de las Paellas era un concurso de paellas, hoy en día es una simple fiesta popular en la que los vecinos elaboran sus paellas, para disfrutarlas con sus familiares o amigos, siendo bastante con apuntarse para solicitar un espacio a través del Ayuntamiento. Llegado el día de la celebración, el municipio deja en la calle un montón de arena para cada paella, para proteger la calzada y un saco de leña. También provee de mesas y hierros o trébedes a los que se han apuntado, que eligen sitio por orden de llegada.

La primera operación es extender la arena, colocar los hierros y la paella sobre ellos. Después hay que comprobar que está bien nivelada, añadiendo un buen chorreón de aceite para comprobarlo, calzando el trébede de forma adecuada.

Después, empieza el trabajo de colocar la leña, amontonándola de forma precisa para que pueda arder de forma uniforme, ofreciendo la temperatura idónea para saltear los distintos ingredientes, haciendo cocer el caldo y después, mantener la cocción del arroz, que tradicionalmente exige unos 8 minutos a fuego vivo para continuar después con otros 9 a fuego más bajo.

Esta labor es la mayor dificultad en la elaboración de los distintos arroces y más en los días en que hay algo de viento, que dificulta la cocción uniforme de los arroces la receta tradicional de la paella valenciana, y de otros arroces que cada vecino elabora con su receta familiar o con la que quiere disfrutar este año.

Aunque la mayoría de las paellas que vi en Benicàssim eran de pollo y verduras, también encontramos muchos arroces de marisco, muchos arroces con alcachofas procedentes de la vecina localidad de Benicarló y otros arroces más peculiares como los de galeras o una denominada "Paella Gallega" en la que el pulpo era protagonista.

Desde las 11 de la mañana aproximadamente en que comienzan a instalarse los grupos para elaborar sus paellas, la gente que no cocina está en la calle, tomando el aperitivo, disfrutando de grupos de música, bandas aficionadas improvisadas por los asistentes y bandas profesionales contratadas por el municipio que actúan en los escenarios.

La animación es muy grande por lo que también es un gran día para la hostelería ya que, según nos contaron en algunos bares y restaurantes, es el día del año que más facturan al mediodía, porque aunque muchos comen en su paella callejera, hay muchos más visitantes que como yo acuden a ver el Día de las Paellas y comen en alguno de los restaurantes de Benicàssim.

Mientras yo recorría las calles de la población para ver cómo iba el proceso de elaboración de las paellas, fueron muchas las invitaciones que me hicieron los vecinos para que me sentara con ellos a su mesa o para que al menos probase su "receta infalible". Una gente encantadora disfrutando de su fiesta de forma muy hospitalaria.

En general, todos usaban las judías verdes planas o bachoquetas, y el garrofó, alubia blanca fresca, completadas con los ingredientes tradicionales como pollo y conejo o más innovadores o transgresores. Debo deciros que aunque la paella que comí en el restaurante Jota's La Pau estaba deliciosa, tampoco tenían nada que envidiarle algunas de las que probé por la calle, mientras hacía fotos de sus técnicas esperando que llegara la hora del almuerzo.

La fiesta popular continúa

Como el Día de las Paellas es una de las actividades festivas de Benicàssim con motivo de sus fiestas patronales de San Antonio Abad y Santa Águeda, los vecinos y visitantes continúan con la fiesta terminado el almuerzo. Tras devolver los hierros y mesas a los camiones del Ayuntamiento y recuperar la fianza, hay una gran oferta de ocio y entretenimiento que incluye multitud de conciertos y actividades musicales en directo tanto en pubs y locales de la ciudad como en escenarios al aire libre.

Además de las actividades relacionadas con la música, también tenían lugar las clásicas actividades de verbena, caballitos, norias y otras atracciones de feria, que congregaron a las más de 25.000 personas que visitaron Benicàssim este día en el que también se puede aprovechar la ocasión para recorrer el paseo marítimo y disfrutar de las estupendas playas y edificaciones existentes o tomar una copa con amigos en el Sunset o algún otro de los animados locales nocturnos.

En resumen, mi experiencia con el Día de las Paellas de Benicássim 2015 ha sido muy grata, pero no puedo olvidar señalar un inconveniente que debéis tener en cuenta si visitáis Benicàssim el año que viene: el olor del humo de las 1000 paellas se adhiere con facilidad a la ropa y estaréis oliendo a humo unos cuantos días. Tenedlo en cuenta porque merece la pena acercarse a Benicàssim a disfrutar del Día de las Paellas.

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