Ya han pasado casi todos los días de grandes comilonas, nos queda uno, el Día de Reyes. Es más que probable que la despensa esté todavía repleta de dulces navideños, de alimentos calóricos y poco recomendables para consumir diariamente, y como todavía no han finalizado todas las celebraciones, muchos piensan que es mejor dejar la dieta para la segunda o tercera semana de enero, la frase de siempre está en boca de muchos: “El lunes me pongo a dieta”.
Si eres de l@s que coge unos kilitos de más, las noticias hablaban de que los españoles ganaríamos una media de tres kilos estas navidades, piensa que cuanto más lo retrases, más gramos habrás ganado, y como consecuencia, más te costará perderlos. También nuestro paladar es muy traicionero, si le has agasajado con exquisitos manjares, luego le costará más prescindir de ellos.
Pero no sólo se trata de coger peso, también inflamos a nuestro organismo con toxinas y ha tenido que enfrentarse a digestiones pesadas o interminables. Así que lo ideal es empezar comiendo ligero y suave y beber muchos líquidos, apuesta por el agua, las infusiones y los caldos. No tienes por qué renunciar al sabor para comer saludable, todo lo contrario, incluso puedes conocer nuevos alimentos y elaboraciones que te satisfagan plenamente. Hay muchos trucos que nos permiten realizar platos muy sabrosos reduciendo sus calorías. A continuación os ponemos algunos ejemplos que extraemos de Consumer:
Acompaña el arroz y la pasta con vegetales en lugar de carne picada, bacon, etc. Se reducen las calorías y se añaden vitaminas, además evitamos tener que reducir la cantidad.
Elaborar patés vegetales con quesos desnatados o tofu, al que añadiremos berenjena, calabacín, setas, coliflor… asada y triturada. Ganará en sabor si aderezamos con ajos, cebolla o especias.
Podemos disfrutar de unas patatas “fritas” si las cortamos en finas rodajas, pulverizamos con aceite de oliva y doramos en el horno hasta que estén crujientes. Para hacer una tortilla con ellas, es una buena opción cocerlas al vapor una vez cortadas.
También los empanados o rebozados se pueden obtener en el horno, se prescinde del exceso de aceite y se logra una textura exterior crujiente y sabrosa.
Los quesos grasos pueden sustituirse por requesón o queso fresco, pero tampoco se debe abusar de ellos.
Personalmente nos gusta mucho más la carne y el pescado a la plancha que guisados con mucha salsa, de hecho veréis en nuestras recetas que solemos preparar la salsa aparte para acompañar ligeramente los bocados. Tomar estos alimentos a la plancha o cocinados en papillote aderezados con especias, además de ser saludable proporciona sabores naturales y deliciosos.
Pero también se puede reducir la grasa de algunas salsas prescindiendo de la nata, si se agrega leche y un poco de harina (una bechamel ligera), logramos el efecto y reducimos las calorías.
El mejor truco que conocemos y que utilizamos siempre con los canelones, es reducir el queso para el gratinado añadiendo pan rallado, nos proporciona una superficie muy crujiente y rica.
Los dulces son otro tema, pero recuerda que la fruta no tiene por qué consumirse siempre cruda, en lo sucesivo iremos incorporando postres sanos y ligeros para incluir en nuestra dieta.
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