Cuando era niña siempre me fijaba cuando vía en películas y dibujos animados navideños en esos bastones de caramelo de color rojo y blanco, los candy cane. Parecía ser un elemento imprescindible en Navidad y yo ansiaba poder tener alguno, pero eran imposibles de de encontrar. Hoy en día ya se venden en todo tipo de tiendas, y es que se han terminado importando como tantos otros productos foráneos de estas fiestas. Pero, ¿cuál es su origen?
Mucha gente cree que son otro de esos típicos productos americanos que se expanden por todo el planeta, pero lo cierto es que su origen se remonta hasta el siglo XVIII en Europa. Existen muchos mitos y creencias en torno a dónde y cómo surgieron, y también respecto a su posible simbolismo, pero lo cierto es que, a día de hoy, no está muy claro cómo apareció por primera vez el típico y navideño bastón de caramelo.
Este dulce bastón o candy cane es un caramelo duro cuya forma tradicional presenta un color blanco decorado con líneas rojas en espiral, y está aromatizado con menta. Hoy en día existen muchas versiones con otros colores, espcialmente el verde, y también con otros aromas y sabores. Desde finales del siglo XIX está ligado a la Navidad y es una de las golosinas navideñas más famosas en todo el mundo.
Existe la creencia generalizada de que los bastones tienen un significado ligado al cristianimo: el color blanco representaría a la pureza de la Virgen o a Jesucristo, el rojo a su sangre, y la forma de bastón sería en realidad una J, la inicial de su nombre. En Estados Unidos además se extendió el mito de que su inventor fue un fabricante de caramelos de Indiana que quería homenajear a Cristo celebrando su nacimiento por Navidad.
Si hay referencias históricas al bastón de caramelo del siglo XVIII, obviamente esa historia no puede ser cierta. Además, se dice que los cristianos lo usaban para decorar sus hogares en Navidad de forma secreta para evitar persecuciones, pero esto tampoco tiene sentido ya que las persecuciones de cristianos habían terminado muchos siglos atrás.
La leyenda más popular respecto a su origen lo sitúa en la catedral de la ciudad alemana de Colonia. Se cuenta que, en el siglo XVIII, el maestro del coro encargó a un pastelero que realizara caramelos para los niños de la ciudad, ya que armaban mucho alboroto en las celebraciones de Navidad. Para justificar el capricho dulce durante los oficios, el maestro supuestamente pidió que tuvieran forma de bastón, para recordar a los niños los pastores que visitaron al Niño Jesús, o simbolizando al mismo Cristo en su papel de pastor.
Lo que sí parece claro es que los bastones de caramelo fueron creados en centroeuropa en torno a finales del siglo XVIII, al menos en su estado primitivo, y llegaron a tierras estadounidenses a través de la inmigración. No fue hasta finales del XIX, y sobre todo en los primeros años del siglo XX, cuando ya el candy cane empezó a estar asociado con las festividades navideñas.
Lo curioso es que este caramelo necesitaba ser doblado de forma manual cuando aún estaba en caliente para darle la forma de bastón, lo que encarecía y ralentizaba su elaboración en masa. Fue precisamente un sacerdote católico, Gregory Harding Keller, quien inventó una máquina que bautizó con su nombre para poder automatizar el proceso de dar a los caramelos su característico aspecto de bastón.
Así pues, parece que las historias que buscan dar un significado cristiano a los candy cane no son más que leyendas populares. Probablemente su origen exacto no tenga ninguna magia ni significado oculto, pero lo cierto es que sus colores y su forma lo convierten en un dulce ideal para Navidad.
A mí me gusta decorar el árbol con unos cuantos bastones de caramelo, aunque no soy muy aficionada a su sabor tradicional mentolado. Su forma es perfecta para colgarlos de las ramas del árbol o en otros rincones de la casa, y sus bonitos colores brillantes pueden dar un toque navideño a muchos dulces si se machaca y se añade a galletas o pasteles. ¿Vosotros habéis incorporado los candy cane a vuestra parafernalia navideña?
Imágenes | Stephen Nakatani, liz west, Wikimedia Commons En Directo al Paladar | Turrón, el rey de la Navidad. ¿Conoces todas sus variedades? En Directo al Paladar | Algunas comidas tradicionales de Año Nuevo por el mundo
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