Estos conceptos pertenecen a las culturas orientales que expresan el origen de todo, es decir, para que ocurra algo es necesario que los dos conceptos interactúen.
Las personas que practican la cocina energética, creen que hay un Ying Yang de los alimentos y los diferencian claramente. Ellos consideran los alimentos Ying aquellos que nos proporcionan una sensación de ligereza, nos producen efectos que se perciben rápidamente y tomándolos en exceso producen confusión, tendencia a la depresión, falta de apetito, etc. En la línea del Ying se encuentran las bebidas alcohólicas, café, especias fuertes, dulces, algunos frutos secos, etc. Los alimentos que consideran Yang, son los que nos producen un efecto pesado, percibimos sus sensaciones lentamente y si te excedes con ellos, creas irritabilidad, impaciencia, agresividad. Los alimentos Yang son la carne, los quesos secos y salados, la sal, etc.
Al resto de los alimentos los consideran moderados, es decir, a medio camino entre el Ying y el Yang y son las legumbres, las verduras, las algas, los pescados, etc.
Nuestro Ying Yang personal nos indica, que todos los alimentos son necesarios en su justa medida. ¿Compartes tú esta filosofía?
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