Uno de los errores más habituales que cometemos en supermercados, mercados o tiendas de conveniencia es patinar con los precios. Ahora que la inflación hace estragos en nuestra cesta de la compra y no tiene visos de frenar, es conveniente que tengamos siempre a mano un concepto tan básico como el peso por kilo.
Todos los supermercados están obligados a anunciar el precio por kilo de todos sus productos comestibles, algo que no solemos ver con la misma frecuencia y que, generalmente, ni aparece en las tiendas de conveniencia.
Sin embargo, es uno de los mejores indicadores para ahorrar en nuestra cesta de la compra y el camino para realmente saber cuánto estamos pagando por ciertos productos que pueden ser tan cotidianos como el pan.
Es habitual que nos hayamos acostumbrado a comprar el pan en unidades, independientemente de que sean barras, baguettes, hogazas o cualquier otro formato, y por tanto que estemos pagando el precio unitario en vez del precio por kilo.
Hasta ahí todo correcto, pues lo más normal no es que compremos pan como quien compra mandarinas o manzanas, pero sí es relevante que veamos cómo han cambiado nuestros patrones de consumo. Con el auge de panaderías más o menos artesanales, hemos visto que muchas de ellas no venden el pan en formato unitario, sino que es el valor del precio por kilo el que, tras pesar el pan en cuestión, se nos cobra.
Esto hace que a menudo entremos en este tipo de panaderías y nos alarmemos cuando echamos un vistazo a los precios, estipulados en este formato de kilo, y veamos con frecuencia que superan los cuatro, cinco o seis euros, pareciéndonos a veces precios totalmente disparatados.
Por desgracia, fijarnos en el precio del pan unitario hace que caigamos en una trampa propia en la cual consideremos barato o bien pagado, por ejemplo, una barra a 90 céntimos cuando apenas está pesando más de 250 gramos.
Si echamos un vistazo a los panes de libre disposición de supermercado, que son los más fidedignos a la hora de representar ese peso por kilo, podemos contemplar como buena parte de ellos no superan los dos euros si hablamos de las gamas más bajas.
Sin embargo, a medida que evolucionamos en los supermercados hacia chapatas, hogazas o baguettes, comprobamos como nos acercamos y superamos los tres euros por kilo con bastante facilidad. ¿Qué queremos decir con esto? Que a la hora de comprobar cuánto nos gastamos en pan en casa siempre es más recomendable fijarse en los baremos de peso al kilo antes que en los pesos unitarios.
Primero porque no todas las barras de pan pesan lo mismo y esto puede significa que el coste se dispare; segundo porque los hogares españoles tiran al año casi 60 millones de kilos de pan a la basura, según datos del Ministerio de Agricultura, que supone además que casi la mitad de hogares españoles tiran pan. Una cuenta aparentemente menor en el gasto diario, pero que a final de año puede suponer alrededor de 20 euros de pan tirados (de media) por cada casa.
Amazy Banneton para pan – La ideal cesta para masa y fermentación de pan de mimbre natural (oval | ∅ 35 cm)
Por estas razones, recomendamos que controléis el pan que compráis y el importe que pagáis bajo la trampa del precio unitario y que luego no nos llevemos sorpresas cuando sobrepaguemos panes de mala calidad que, disfrazados en la unidad, pueden no andar muy lejos del precio de un buen pan.
Imágenes | Imagen de pvproductions en Freepik / Imagen de Freepik / Imagen de Freepik
En DAP | Pan rústico de trigo. Receta de pan casero fácil y rápido
En DAP | Receta de pan sin gluten casero, la opción perfecta para celíacos e intolerantes
Ver todos los comentarios en https://www.directoalpaladar.com
VER Comentarios