Un delicioso dulce con supuestas propiedades curativas que se convirtió rápidamente en el favorito de todo el mundo
Todos hemos comido, alguna vez en la vida, los deliciosos malvaviscos, esas nubes esponjosas y dulces que tanto disfrutamos y que, seguramente, desconocíamos su origen: una historia más antigua y sofisticada de lo que imaginamos.
Aunque no lo creas, sus raíces se remontan a la cultura del antiguo Egipto, donde los faraones y la nobleza ya saboreaban una versión primitiva de este manjar de peculiar origen.
Alrededor del año 2000 a.C., los egipcios descubrieron las propiedades de la planta de malva (Althaea officinalis). Su savia, viscosa y dulce, se convertía en un ingrediente clave para crear delicias que eran tanto alimentos de la vida cotidiana como ofrendas a los dioses.
Los antiguos egipcios mezclaban esta savia con miel y cereales cocidos, dando forma a una masa que, al enfriarse, adquiría una textura suave y esponjosa. También sabemos que se añadían frutos secos y, a veces, cereales al dulce, sin embargo, no hay ninguna indicación de cómo se habrían combinado, por ejemplo, si los cereales o los frutos secos se habrían molido, formando una textura más parecida a la de un bizcocho, o si se habrían añadido enteros, formando una especie de masa quebradiza con la miel y el malvavisco.
De hecho, las descripciones de la textura del dulce varían. Algunas fuentes se refieren al dulce como un "dulce pegajoso", mientras que otras se refieren a él como un bizcocho. Pero la verdad es que simplemente no lo sabemos.
Con el paso del tiempo, la receta de este dulce se fue transmitiendo a través de civilizaciones como la griega y la romana. Los griegos y romanos, además de disfrutar de su sabor, atribuían a la malva propiedades curativas, especialmente para aliviar la tos y el dolor de garganta.
A lo largo de los siglos, la receta original fue evolucionando, incorporando nuevos ingredientes y técnicas. Sin embargo, la base siempre fue la misma: la savia de malva, que le otorgaba a los malvaviscos su característica textura.
Los malvaviscos como precursores de muchos postres
Una fuente postula que el malvavisco egipcio fue el precursor del dulce mediterráneo "halva". El término en Estados Unidos se usa más comúnmente para referirse a un caramelo masticable hecho de mantequilla de nueces o grano molido y endulzado con azúcar o miel. Sin embargo, halva también es una palabra que se puede usar para describir una variedad de dulces, desde pasteles prensados hasta dulces quebradizos o rellenos tipo pastel.
Hoy en día, los malvaviscos son un ingrediente indispensable en numerosos postres y dulces. Su versatilidad y sabor los han convertido en un favorito de grandes y chicos. Pero detrás de cada bocado, se esconde una historia milenaria que nos conecta con las antiguas civilizaciones y sus tradiciones culinarias.
Así que la próxima vez que disfrutes de un malvavisco, recuerda que estás saboreando un legado que se remonta a los faraones y a los dioses del antiguo Egipto.
Foto de Jessica Ruscello en Unsplash
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