El Cinco de Mayo es una festividad mexicana que va ganando notoriedad en nuestro país, aunque probablemente nos ha llegado más por la televisión y el cine americanos que por contacto con la cultura mexicana. Lo cierto es que en Estados Unidos tiene mucha más relevancia que en México y hoy es casi una excusa para festejar con mucha bebida y comida.
La comunidad mexicana estadounidense sigue aprovechando este día para recordar su cultura, pero gran parte del país se suma a la fiesta simplemente para disfrutar brindando con sus platos favoritos. La cocina mexicana, o al menos las recetas más americanizadas, siempre triunfa y por eso en la actualidad es una celebración muy comercial en la que no faltan los clichés más típicos.
El verdadero origen del Cinco de Mayo
Lo primero que hay que tener claro es que el Cinco de Mayo no se celebra la Independencia de México. La verdadera fiesta nacional tiene lugar el 16 de septiembre, un mes en el que se llevan a cabo diferentes festejos en torno a las llamadas “fiestas patrias”. Entonces, ¿qué es el Cinco de Mayo?
En realidad es una fecha con poca repercusión en México, salvo en el estado de Puebla. México se independizó de España en septiembre de 1810, pero cincuenta años más tarde el país sufría una grave crisis económica, acumulando graves deudas con España, Gran Bretaña y Francia. Con los dos primeros se consiguió llegar a un acuerdo de renegociación, pero los franceses aprovecharon para intentar expandir su poder por América.
En 1861, bajo el mandato de Napoleón III, seis mil tropas francesas desembarcaron en territorio mexicano con el objetivo de atacar la localidad de Puebla de Ángeles, en el centro del país. El Gobierno de México logró reunir apenas dos mil hombres, en su mayoría poco entrenados, para atrincherarse en la ciudad.
Finalmente el día 5 de mayo los franceses atacaron la ciudad y, contra todo pronóstico, fueron derrotados. La guerra duraría unos años más, pero la gesta lograda aquel día se convertiría en un símbolo de la resistencia local mexicana frente al invasor. Y por eso cada año se recuerda el acontecimiento con una gran fiesta, que sin embargo prácticamente solo se celebra en la misma Puebla.
Cinco de Mayo en Estados Unidos
Pero los festejos que conmemoran la Batalla de Puebla traspasaron las fronteras del país instalándose en Estados Unidos, donde hoy se ha convertido en una fiesta muy explotada comercialmente.
Originalmente fue la manera que tenían los inmigrantes mexicanos de recordar sus raíces y reivindicar su historia y su cultura. Fue sobre todo a partir de la década de 1960 cuando el Cinco de Mayo empezó a extenderse como fiesta popular, convertida en la ocasión perfecta por los activistas del movimiento chicano para defender su identidad cultural frente a los invasores.
Por eso el Cinco de Mayo tiene un gran seguimiento entre la población méxico-americana, tanto entre la comunidad inmigrante como en las nuevas generaciones que ya han nacido en el país. Es una forma de celebrar su origen, su cultura y su identidad como pueblo, en un ambiente muy festivo.
Polémicas políticas y raciales aparte, a los estadounidenses les gusta mucho la comida mexicana, o más concretamente, la americano-mexicana. Los restaurantes y locales que preparan una cocina tradicional tienen éxito, pero sobre todo se han extendido esos platos tan populares que también nos gustan mucho en Europa: tacos, guacamole, nachos, fajitas, burritos y demás platos tan festivos.
Si añadimos clichés como los sombreros enormes, piñatas, música de mariachis, cócteles gigantescos y ponchos de colores, ya tenemos el cóctel ideal para que en Estados Unidos se haya adoptado el Cinco de Mayo como una gran fiesta que nadie quiere perderse.
¿Qué se come y se bebe durante la fiesta?
Podemos imaginar el Cinco de Mayo como una especie de San Patricio o de Oktoberfest: una fiesta ajena a la que todo el mundo se apunta para divertirse, comer y beber sin importar mucho la fidelidad exacta de los platos.
La comida mexicana favorita de los americanos triunfa en fiestas, barbacoas y comidas informales, y en esta ocasión no pueden faltar los clásicos favoritos, mucho más a lo grande. Por eso la venta de aguacates se dispara en estas fechas, batiendo récords y convirtiendo la primera semana de mayo el gran agosto de los productores.
El aguacate es imprescindible para preparar guacamole, uno de los dips para mojar que no pueden faltar. Otras salsas y cremas, muchas de ellas picantes o con chorizo, añaden más color a la mesa del picoteo. Las fuentes de nachos incluyen normalmente carne picada, frijoles -alubias- y diferentes quesos.
En los platos fuertes las tortillas de maíz o trigo son la base esencial de multitud de preparaciones. Fajitas, burritos, tostadas, quesadillas, enchiladas, tacos... que pueden rellenarse de diferentes carnes, verduras, pico de gallo, arroz, pescado o marisco, ensalada, alubias, chiles, etc., aderezados con diferentes salsas o más queso.
Triunfan sobre todo platos para devorar con las manos, mejor si se montan en forma de buffet o alrededor de una barbacoa en la que cocinar las carnes para rellenar cada elaboración. Ya son días de buen tiempo, y si hay algo que encanta a los americanos es reunirse a comer y beber al aire libre.
Porque la bebida es otro de los pilares del Cinco de Mayo en Estados Unidos. Aprovechando la excusa de la fiesta, y las promociones que hacen muchos bares y locales, se bebe un poco más de la cuenta. Los cócteles tradicionales, tan seductoramente festivos, corren como el agua, con el tequila como gran protagonista.
Las copas de margaritas siguen siendo las reinas de la función, pero también tienen éxito otras preparaciones con tequila como la Paloma, o la típica michelada en diferentes versiones. Entre las opciones no alcohólicas, la horchata mexicana y las aguas frescas van cobrando protagonismo.
Los dulces no suelen tener tanta importancia en el Cinco de Mayo, pero los estadounidenses más golosos aprovechan para disfrutar de algunos postres de inspiración mexicana que tienen mucho éxito en el país: churros con chocolate mexicano, flan y tarta tres leches. Las tartas y cupcakes inspirados en el margarita o cualquier postre con dulce de leche también son populares.
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¿Una fiesta controvertida?
Que Estados Unidos se haya apropiado en cierta manera de una fiesta que reivindicaba la cultura mexicana resulta algo paradójico, sobre todo con la situación política actual del país. Aunque la mayoría de estadounidenses simplemente aprovechan para divertirse y comer bien sin llegar a plantearse la historia o las connotaciones simbólicas de la fiesta.
El Cinco de Mayo se ha convertido en un negocio muy lucrativo como tantos otros, el problema es que se olvida que la cultura mexicana y su gastronomía van mucho más allá. Puede que en el futuro próximo este día se convierta completamente en una fiesta americana llena de clichés, dejando las auténticas fiestas patrias para celebrar la verdadera identidad de México.
Fotos | iStock - Jay Galvin - Didriks
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