“He oído que sabe dulce”. Un restaurante de Taiwan sirve un ramen con este ciempiés gigante de las profundidades marinas

Como un acorazado, pero no Potemkin, y con un aspecto antediluviano que parece la mezcla de los bichos más horribles de la Creación. También como si lo hubieran sacado del casting de bichos de Starship Troopers y lo hubieran echado por feo.

Así es el plato estrella de un restaurante de ramen japonés llamado The Ramen Boy y así sorprende esta delicatessen con una pinta monstruosa que, en teoría, sabe dulce. Decimos en teoría porque no lo hemos probado y, viendo su aspecto, dudo mucho que lo hagamos.

Sí, es cierto que la belleza está en el interior, pero en este caso hay que ser valiente para pasar más allá de la coraza de este crustáceo que parece como si el monstruo de Alien hubiera hecho match en Tinder con un ciempiés.

Lo curioso, como es evidente, es que este isópodo es una delicatessen de la familia de los crustáceos y que aquel que lo prueba dice que el sabor de su carne es una mezcla entre langosta y cangrejo. Junto a ello también se sirven sus huevas, como es habitual en el marisco, igual que hacemos con los corales de las nécoras o de los bueyes de mar.

Emparentados con las cochinillas, este isópodo gigante es relativamente habitual en las costas de Taiwán y se pesca con la técnica del arrastre, razón por la que tampoco es un plato exageradamente caro (cuesta unos 48 dólares americanos, es decir, unos 44 euros) y lo cierto es que sólo se comen sus interiores.

Eso no quita que en The Ramen Boy usen también su coraza para dar un poco más de impacto al plato que sólo se utiliza con fines decorativos. Lo sabroso está en el interior, como decimos, elaborando un ramen clásico a base de caldo de pollo y pescado al que se añade katsuoboshi y donde luego se agregan los trozos de este terrorífico bicho.

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Gusto adquirido, evidentemente, pues igual que a nosotros nos puede parecer evidente comer percebes o gambas o a un mexicano le resulta cotidiano encontrar chapulines, en Taiwán este Goliat de los mares parece toda una delicia.

Imágenes | The Ramen Boy

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